Los cuatro Goliats a los que se enfrenta tu hijo adolescente

Cada año, con cada nueva generación de alumnos, he podido comprobar que los jóvenes nunca antes habían sido tan agredidos como hoy. Los cuatro Goliats a los que se enfrenta tu hijo adolescente.

Emma E. Sánchez

¿Recuerdas la historia bíblica de David y Goliat? Si no la recuerdas, te la cuento brevemente: David es un joven pastor que enfrenta a un guerrero gigante de nombre Goliat; todo apunta a que este será el vencedor, pues es más grande, experimentado en la guerra y después de todo su rival es solo un joven pastor. La historia se vuelve sorprendente cuando David, provisto de solo cinco piedras y su honda, derriba y acaba con el gigante.

Te platico esta historia porque nuestros hijos adolescentes están viviendo la misma situación que David y peor aún, pues no se enfrentan a un solo Goliat, sino a cuatro, a quienes tienen de continuo frente a sí. Muchos adolescentes y jóvenes no tienen piedras ni una honda para defenderse.

Si supieras que tu hijo va a enfrentar una gran batalla, ¿qué harías? A diario se mide en una gran batalla en la escuela y con los compañeros de clase y en el mundo que le rodea. Sabedora de esto, ¿lo enviarías desnudo al frente de batalla o confeccionarías la mejor armadura que pueda llevar?

Los cuatro Goliats

1. El alcohol

No hace falta revisar estudios o estadísticas para darnos cuenta de que el alcoholismo se ha instalado entre adolescentes y jóvenes. Cada día son más tempranas las edades en las que niños y niñas se inician en el consumo de bebidas embriagantes. Lo más sorprendente es que muchos empiezan a tomar en sus propios hogares, en fiestas familiares y son sus padres u otros familiares quienes los inducen con la falsa idea de “que se enseñe a tomar” en la seguridad de la casa y no a escondidas de los padres. Las fiestas de adolescentes generalmente incluyen cervezas u otras bebidas y, con más frecuencia, el alcohol lleva al uso de otras drogas que siendo igual de perniciosas son mucho más destructivas. Del alcoholismo se derivan otros daños como los accidentes de tráfico, donde el número de víctimas inocentes crece de forma alarmante.

Estos jóvenes iban a divertirse, y la diversión terminó en esto.

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2. El embarazo adolescente

Muchos piensan que porque adolescentes y jóvenes reciben orientación sexual en las escuelas o porque tienen a mano métodos anticonceptivos los embarazos van a evitarse o a disminuir, mentira. Los embarazos, por el contrario, van en aumento. De los embarazos en adolescentes se derivan otros problemas que fácilmente pueden mermar la vida de cualquier joven y afectar a terceros. Muchas jóvenes recurren al aborto solas, sin considerar todas las consecuencias que pueden acarrar y el problema, en lugar de resolverse, se complica más.

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3. El molesto bullying

Ha llegado a tal extremo esta situación que se están registrando cada día más agresiones graves, lesiones que ponen en riesgo la integridad física y emocional de quienes lo padecen: niños, niñas y adolescentes que dejan sus estudios para ya no ser agredidos y finalmente jóvenes que optan por el suicidio como medio para terminar con su sufrimiento. Las escuelas y los gobiernos no pueden detener este fenómeno social –ya un problema de salud pública– que continúa creciendo sin control.

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4. La soledad

El Goliat más cruel, más cercano y común a esta generación es la soledad. La verdad es esta: los jóvenes están solos, van y vienen solos a casa porque ambos padres trabajan largas jornadas, porque provienen de familias desintegradas, disfuncionales o simplemente porque teniendo padres, estos no se interesan en ellos. Los adultos constantemente cometemos el error de creer que nuestros adolescentes ya están grandes y pueden y deben arreglárselas solos. Nada más falso.

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Los cuatro Goliats anteriores se pueden vencer con facilidad si así lo decides. La piedra que usó David representa todas las enseñanzas y tiempo que le has dedicado a tu hijo; los consejos, las pláticas, los regaños y el cuidado que has puesto en él desde que nació, todo lo que le has explicado y hablado con claridad sobre la vida y el amor que cada día le haces sentir y saber con tus palabras y acciones. Y la honda son todas las oportunidades que le has dado para que se pruebe a sí mismo, para que tenga confianza y, sobre todo, la atención que le das, el tiempo que lo escuchas y que compartes con él.

Voy a repetirlo: tú hijo enfrenta a diario batallas que no puedes ver. El mundo donde se desenvuelven nuestros jóvenes hoy día es agresivo y violento, está acechado por todos los flancos y tú no puedes estar todo el tiempo con él. Tu hijo necesita una armadura que solo se puede construir a medida en casa. Nadie más lo hará por él, solo tú puedes hacerlo y por favor no lo olvides.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.