5 maneras silenciosas en que las mujeres matan a sus maridos
Cuando un hombre casado muere de manera misteriosa ¿sabes quien es el primer sospechoso? ¡La esposa! Sigue leyendo y entérate cómo y por qué.
Emma E. Sánchez
No, hoy no hablaremos de asesinos seriales o personas desequilibradas. Tú y yo hablaremos acerca de cualquier mujer casada. Así como tú, o como yo. ¿Que yo estoy matando a mi esposo? ¿Cómo puede ser eso?
Cuando se piensa en una esposa, se piensa en ella como la mujer que más cuidará y velará por sus hijos y por su esposo. Pero la realidad es que son varios los problemas generados y provocados por ella y que desencadenan un fallecimiento prematuro de su marido. ¿Estarás tú consciente o inconscientemente provocando alguno de estos problemas? Sigue leyendo y descubre si hay alguna forma en la cual, silenciosamente, podrías estar matando a tu esposo.
1. Su alimentación y peso
Antes de explicar este punto, te diré: Cada uno de nosotros es responsable de sí mismo, cada quien decide y permite lo que sucede o no en su vida, sin embargo, en cuestión de esposos la influencia de su mujer es simplemente determinante, para bien y para mal. Por muy fuerte que pueda ser un hombre, su esposa tiene muchísimo peso en él, en su vida y en su conducta y hábitos.
Por eso, cuando hablamos de la salud alimentaria familiar inevitablemente la mirada se vuelve hacia la mujer, por ser ella sobre quien generalmente recae esta responsabilidad tan importante. Los hombres están muriendo de manera prematura por problemas relacionados al sobrepeso, como lo son los infartos; su corazón simplemente no puede más y estalla. Anima a tu esposo a comer sanamente, hacer ejercicio e ir al médico especialista que requiera, oportunamente.
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2. Vicios o defectos de carácter
Todos tenemos alguna debilidad que, de no ser enfrentada o conducida oportunamente, puede volverse un serio problema con consecuencias terribles. Consumir algún producto en demasía, abusar de alguna sustancia, robar pequeñas cosas, observar pornografía o cualquier conducta inapropiada puede ser el comienzo de un gran mal.
La esposa sabe, siente cuando su pareja está haciendo algo que no está bien del todo. Si es tu caso y no se habla o enfrenta a tiempo, puedes llegar a convertirte en cómplice, o quien fomente su destrucción.
3. Apoyo o cariño desmedido
¿Cómo puede ser esto? Al igual que a los hijos o cualquier otra persona, demasiado amor o el conocido “amor enfermizo” daña a la persona amada, evitándole crecer mediante el esfuerzo, el sacrificio y la valoración de las cosas. ¿Sabías que hay esposas que engordan a sus maridos para que ninguna otra mujer los quiera? O, en su deseo de apoyarlos ilimitadamente, se ciegan a ver las cosas malas que él está haciendo a sus hijos y a ellas mismas.
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4. Su progreso personal
No importa si se es hombre o mujer, cada uno de nosotros tiene el deber de buscar su propia felicidad. Cuando se está casada, algunas mujeres tienen la falsa idea de que el hombre les pertenece. Por celos, envidia o cualquier otra razón, le impiden al marido que siga desarrollándose en las cosas que él ama, que le gustan o que necesita de manera personal. Eso a cualquiera mata lentamente.
5. Amistades y actividades personales
Para que tu esposo sea un buen padre, un buen trabajador y un buen proveedor, debe primeramente ser feliz. Tú eres una gran parte de la vida de tu esposo, puedes ser todo lo que él busca y necesita en una mujer. Pero, con todo, él necesita reunirse, platicar salir con otras personas y atender sus propios asuntos. Dale espacio, dialoguen y lleguen a acuerdos donde ambos puedan sentirse cómodos y la familia sea beneficiada sobre todas las cosas.
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La mujer es generadora de vida, por medio de ella las cosas más sublimes llegan a ser y la plenitud de un hombre es —como muchas cosas buenas— consecuencia de la compañía e influencia de una buena mujer que lo ama. ¡Cuida de llevarle a vida, y no a muerte!