La receta perfecta para perder a tu esposa —y ni te vas a dar cuenta de ello—

¿Amas a tu esposa? No te permitas perderla, y elimina estos siete ingredientes de tu relación de pareja.

Erika Otero Romero

El amor de pareja es como un delicado pastel de alta repostería. Sabemos que habrá problemas si el aprendiz de pastelero se excede en algunos ingredientes o le falta gracia y delicadeza en la decoración. Por supuesto, también habrá problemas si el pastelero encargado de la supervisión no está atento a lo que hace el aprendiz, todo el trabajo de horas puede perderse en un descuido.

El amor es así. Una relación no puede funcionar, si un hombre pone mucha atención a lo que su esposa no hace bien o deja de hacer. El matrimonio se vuelve asfixiante, si él la cela demasiado y no se fija en lo que ella hace por él a diario. El amor se muere si él opta por quejarse o solo ser indiferente ante los esfuerzos que ella hace para mostrarle cuánto le ama y está dispuesta a hacer por él. Si un hombre se permite caer en esas actitudes, puede ir dando por hecho que está elaborando la receta perfecta para acabar con su matrimonio y perderla.

Teniendo en cuenta lo anterior expuesto, postulo a continuación los ingredientes necesarios que debes tener en cuenta para perder a tu esposa.

1. No seas agradecido

Qué tu esposa se despierta cada mañana temprano para hacerte el desayuno y el almuerzo para que lleves al trabajo y no dices “gracias”, créeme que eso no motiva a ninguna mujer a volverse a despertar antes de que salga el sol a preparar nada. Desde luego, en el momento que deje de hacerlo se lo vas a reprochar como si esa fuera obligación de ella. Muestra agradecimiento por lo que ella hace por ti, no olvides que se ha unido a ti por amor y el “contrato” firmado por ambos al momento de casarse es de promesas no de obligaciones.

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2. Omite por completo los detalles

No se trata de llegar a casa con rosas todos los días, pero sí de ofrecerte a recoger la vajilla después de la comida, de invitarla a salir a caminar después de la cena, de ver una película juntos los viernes. Si no deseas no lo hagas, pero no te quejes después que por falta de tiempo, exceso de cansancio y desánimo de su parte, no tengas un par de medias para ponerte al otro día. Nada te quita ser galante y detallista de vez en cuando con tu pareja, hazlo y verás cómo mejoran las cosas.

3. Deja de percibirla como una mujer atractiva

El problema no es que mires otras mujeres, el inconveniente reside en que dejes de ver a tu esposa bella y atractiva, merecedora de tus galanteos y deseos íntimos. Aunque no lo creas, esa indiferencia no pasa desapercibida y si sientes que tienes derecho a mirar, ella también; quizá lo haga pero no es tan evidente, tal vez no. Pero si tú llegas más lejos y le eres infiel, lo más probable es que te abandone sin explicación alguna y busque a alguien que sí la haga sentir mujer. Tu esposa es mucho más que un ama de casa, es una mujer viva y con deseos de ser amada, no dejes que se vaya y pierdas su afecto sincero.

4. Convierte el teléfono celular en un tarjetero laboral

¿Te gusta controlarla? Prepárate para que te apague el teléfono o te responda con indiferencia. El matrimonio debe tener una cuota inmensa de confianza. Es tu esposa no tu hija, ella no tiene por qué pedirte permiso para salir, su derecho es hacerlo e informarte donde va a estar. Sigue llamándola e interrogándola sin descanso y estate listo para que lo único que puedas controlar sea tu despertador. Confía en ella y dale su propio espacio, es lo más sano que le puede ocurrir a tu relación.

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5. Trátala mal

Es cierto que las parejas tienen problemas y se exasperan mutuamente en ocasiones, pero eso no es motivo para ofenderla con palabras groseras o incluso con golpes. Hay infinitas maneras de solucionar las dificultades maritales y la violencia no cabe dentro de la receta del amor.

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6. No tengas aspiraciones

Si te gusta, puedes quedarte en tu zona de confort todo lo que desees; quizá cuando decidas levantarte de ella para perseguir un sueño, sea probable que tu esposa te haya dejado para perseguir sus propias metas. Plantéate sueños nuevos y pon empeño para lograrlos, tienes su apoyo y eso es más de lo que tenías cuando estabas soltero.

7. Haz que el dinero sea un problema

Es un problema actual, lo reconozco, pero una cosa es medir los gastos y otra es ser tacaño. No permitas que una mala administración de los ingresos sea la causante de la perdida de tu relación. Las mujeres suelen ser buenas administradoras de los ingresos, confía en ella para hallar la forma de “estirar el ingreso mensual y no llegar con los bolsillos vacíos a fin de mes.

Que la mercadotecnia no arruine tu matrimonio

Si amas a tu compañera, no sigas esa receta. Elimina esos siete elementos de tu relación y entonces verás cómo no solo tendrás el mejor matrimonio posible, sino que tú mismo cambiarás, y pronto llegarás a ser el mejor esposo, uno que tal vez nunca imaginaste.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.