¡Reinvéntate!
No se trata de dejar de ser tú, sino de integrar nuevos elementos a lo que ya eres. Es cambiar los lentes con los que ves el mundo, pero con los mismos ojos, porque la vida nos necesita valientes.
Yordy Giraldo
¿Cuántas veces no deseamos ser otras personas, tener la capacidad de transformarnos a nosotros mismos en alguien más? Más que un deseo puede convertirse en una urgencia —algo así como de vida o muerte—, no necesariamente en el sentido literal, pero sí apremiante. Dar un giro de 180 grados sobre lo que somos. De eso se trata reinventarnos.
No es dejar de ser tú, si en eso consistiera entonces mejor dejar de intentarlo, porque debajo de todas las capas que queramos poner, seguiremos siendo nosotros mismos. Se trata de darnos un color diferente, de enriquecernos, de actualizarnos.
Lo veo como cuando ya nos aburrimos de ver siempre igual nuestra casa y decidimos cambiarla. Al final, siguen siendo los mismos muros y las mismas historias dentro de ellos, pero dispuestos de una forma que permita crear nuevos escenarios. Unas cortinas más largas y más claras, unos sillones más prácticos, unos cristales más limpios y un aroma diferente son capaces de convertir algo ya visto, en una cosa totalmente nueva.
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Nuestros cuerpos son el hogar de nuestro espíritu, y éste último se convierte muchas veces en lo que hacemos de nuestro cuerpo. El secreto para reinventarnos de manera exitosa es de lo más elemental: se basa únicamente en haber agotado tu versión anterior y desear el cambio. Aquí algunos consejos para lograrlo:
Necesito reinventarme, ¿qué hago?
1. Pregúntate de nuevo, ¿qué quiero ser en la vida?
Imagina que regresaste en el tiempo y aún no decides tu futuro, estás frente a tus padres, y te preguntan: ¿Qué quieres ser en la vida? Antes quizá no lo pensaste y dijiste lo primero que se te ocurrió, quizá porque es lo que decidió estudiar tu mejor amigo, porque no tenías dinero para tu carrera soñada, porque te urgía ganar dinero. Bueno, olvida todo lo que te llevó a decidir de la manera que lo hiciste la primera vez y, ahora sí, en serio piensa, ¿qué quieres ser? Y selo.
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2. Replantea tus prioridades
Si la idea es cambiar tu historia, debes ir por nuevos argumentos. La mejor manera es hacer las cosas diferentes. Si hasta ahora tu vida ha sido —por citar un par de ejemplos— tu trabajo o dar gusto a los demás, es tiempo de que te dediques a disfrutar de tus amistades o tu familia, o aquellas cosas que te gustaría vivir.
3. Que tu escenario ideal y tu vida posible vayan de la mano
Analiza tus opciones. No estoy diciendo que lo imposible no sea posible. He escuchado historias maravillosas, difíciles de creer pero que son reales. Sin embargo, es importante que partas de lo que tienes a la mano para que puedas iniciar los cambios deseados tan pronto como lo deseas y necesitas. Incluye todos los detalles posibles.
4. Adáptate a las nuevas circunstancias
Te voy a contar algo: cuando salí de mi país natal, Cuba, sufrí mucho. Sin embargo, nunca dudé de la decisión que había tomado. Estaba convencida de que el paso que había dado, sin importar las lágrimas, era permanente. Eso hizo mucho más fácil el cambio. Es importante que cuando tomes tu decisión dejes el pasado donde pertenece.
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Reinventarse es hacerse de nuevo. Es darse una, dos, tres o las oportunidades que hagan falta, las veces que sean necesarias. No existe un número que nos limite, que diga nos diga “Es hasta aquí, solo a esto tienes derecho”. No se trata de dejar de ser tú, sino de integrar nuevos elementos a lo que ya eres, es cambiar los lentes con los que ves el mundo, pero con los mismos ojos.
