6 principios para encontrar la felicidad en esta vida

¿Has notado cuántas veces al día te quejas o maldices por algo que no sale bien? ¿Acaso en la vida nos va tan mal para quejarnos? O, simplemente, ¿es una forma de echarle la culpa a otros?

Oscar Pech

Déjame te cuento una historia: Cuando terminé mi maestría, mi hijo menor tendría unos nueve años de edad. Él vio todo el trabajo que implicó para mí el llegar a ese nivel: las noches sin dormir, los días tecleando en la computadora. Y cuando terminé la tesis y la imprimí, él insistió en que quería una copia de la misma. “¿Y para qué quieres una copia de mi tesis?”, le pregunté yo. Su respuesta fue contundente: “Para que cuando yo sea grande, tenga ya todas las respuestas de la vida”. Por supuesto, con un título como el que tiene este artículo, uno o se acerca a éste creyendo lo mismo que mi hijo, o de plano te alejarás de él, pensando que no son sino las palabras de un charlatán. Bueno, yo no te prometo darte la quintaesencia de la sabiduría, pero sí te daré algunos principios que a mí me han funcionado para vivir una vida más feliz:

1. Deja el pasado en el pasado

Hay un libro muy bueno para niños pequeños, que se llama Zen Shorts, de Jon J. Muth. Es un libro muy bueno, con cuatro historias acerca de aprender a enfrentar la adversidad. De allí, te contaré la última, muy resumida: Dos monjes tienen que hacer un viaje. En el mismo se encuentran una mujer atrapada en un arroyo crecido. El mayor de los monjes se mete al agua, carga a la mujer y la lleva a la orilla. Ella se va sin agradecer, y el monje más joven se enoja. Siguen su camino en silencio. Más adelante el monje joven hace un comentario, más para sí mismo que para el monje mayor: “Y ni siquiera nos agradeció”. “¿Todavía sigues cargando con ella?”, dice el monje mayor, y agrega: “Yo la dejé en la orilla del arroyo”.

Hay sabiduría en dejar el pasado en el pasado. Cuando te aferras a cargarlo contigo, dejas de vivir tu presente y, por cierto, al hacerlo te arriesgas a perder tu futuro. Yo tengo para mí que quien vive en el pasado aniquila su presente. Quien vive solo en el presente, descuida su futuro. Y quien vive solo en el futuro, se pierde del hoy. Lo ideal, creo yo, es aprender del pasado, disfrutar del presente y no dejar de prepararnos para el futuro.

2. Aplica el principio del 90/10

Todos tenemos pequeños y grandes desafíos cada día. Problemas con los que lidiamos y que nos echan a perder el día. A fin de aprender a lidiar con esas pequeñas molestias que nos arruinan la jornada, el maestro Stephen Covey enseñó un principio que es muy famoso: El principio 90/10. Déjame te pido un favor: interrumpe un momento tu lectura y mira este vídeo: El principio 90/10.

3. Sé agradecido

Una buena forma de empezar el día es agradeciendo por cada una de las cosas que tienes. Uno nunca tendrá todo lo que desea, pero la gratitud no se trata de contar las cosas buenas que tenemos, sino de desarrollar una actitud frente a las cosas que nos pasan.

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4. Escucha música clásica

La música afecta, por su ritmo, armonía, volumen y letra, la neuroquímica del cerebro. La música de calidad ayuda a que tu cuerpo genere el cortisol, la serotonina, la oxitocina y los opioides. Estudios demuestran que la buena música reduce el estrés y la ansiedad, fortalece el sistema inmunológico, estimula los vínculos sociales y, por si fuera poco, no solo ayuda a desarrollar la inteligencia, sino que genera automotivación a partir de los mecanismos de gratificación y placer.

Si te interesa el tema,

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5. Sumérgete en la meditación

Cuando hablo de meditar, me refiero a ponderar o reflexionar en cuanto a las Escrituras o las cosas sagradas. La meditación te lleva a un estado mental que favorece la revelación y la comprensión. Por supuesto, también está la otra meditación, esa que tiene que ver con encontrar paz en tu interior. Si quieres saber cómo realizarla sin emplear mucho tiempo, te invito a que observes este vídeo: Cómo meditar en un minuto.

6. Ama

Por supuesto, esto es lo más importante. Quien ama, siempre es más feliz. Y no me refiero solo a amar a tu pareja, porque acaso no la tengas. Ama a tu familia, a tus amigos, a lo que haces en tu empleo, a tus vecinos, a ti mismo, a tu mascota… quien ama, repito, tiene la felicidad asegurada. No es fortuito que Jesús cambiara la historia de la humanidad, no solo por lo que hizo por nosotros, sino porque Sus enseñanzas cambiaron un mundo con anhelo de justicia, en un mundo cuyos seguidores buscan dar misericordia y amor.

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Y bueno, esta no es una copia de mi tesis de maestría, pero creo que sí te puede dar muchas respuestas para tu vida. ¿Qué dices? ¿Te sientes más capaz en este momento para vencer la adversidad y ser más feliz? O piensa: ¿Qué otras cosas importantes le agregarías tú a esta lista, para que seas sustancialmente más feliz?

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Oscar Pech

Oscar Pech ha dedicado su vida a la enseñanza, la lectura, la escritura y la capacitación en diferentes partes de la República mexicana. Es una persona profundamente comprometida con la familia y los valores morales.