Cuidados masculinos después de los 40

Después de los 40 también comienza un declive físico y emocional para los hombres, pues inicia una etapa de madurez crucial para su integridad. Tu puedes contribuir para que su salud se mantenga estable.

Elitania Teresa Ruvalcaba Blancas

Se habla mucho de los cuidados de la mujer después de los cuarenta. Cierto es que las campañas de salud se enfocan principalmente a las enfermedades y cuidados femeninos y de las revisiones periódicas anuales a las que nos tenemos que someter. Pero ¿y qué hay de los hombres que tenemos cerca? No dudo que tengas a un hombre adulto o adulto mayor a quien cuidar, sea tu padre o abuelo, tu esposo y hasta a algún vecino que por el tiempo de conocerse y convivir ahora forma parte de tu familia.

No podemos ignorar el hecho de que los hombres, después de los cuarenta también comienzan a sufrir cambios, un declive físico y emocional puede comenzar a presentarse, y tampoco podemos ignorar que los varones no invierten el suficiente tiempo en su cuidado.

Por otro lado, como parte activa de tu familia, sabes los antecedentes médicos que prevalecen por generaciones y que atañen a los varones. Esto te ayudará a tomar las prevenciones necesarias, además toma en cuenta que las principales causas que llevan a los hombres de entre cuarenta y 54 años de edad a la muerte son: enfermedades del hígado, diabetes mellitus, accidentes, enfermedades del corazón, tumores, enfermedades cerebrovasculares, enfermedad por virus de la inmunodeficiencia humana, insuficiencia renal y síndrome de dependencia del alcohol.

Aquí puedes desempeñar dos papeles fundamentales: ser previsora y prepararte a la aparición de problemas de salud en los hombres de tu casa, a fin de que hagas lo pertinente para corregir los malos hábitos que detonan las enfermedades o, como segunda opción, cuando se presente la enfermedad, hacer lo necesario para que se mantenga controlada. Para ambos casos puedes hacer tres cosas:

1. Fomentar el hábito de la revisión periódica con el médico

Para ellos existen también exámenes y revisiones específicas para prevenir algunas enfermedades. Es muy común que después de los cuarenta la revisión de próstata sea anual, y periódicamente se haga el conteo de glucosa, triglicéridos, colesterol y presión arterial. Si los resultados de éstos están fuera de rango de manera constante, son un indicativo de que la salud de él puede desembocar en una situación de más cuidado. En este aspecto tu participación activa es fundamental: puedes estar al pendiente de las fechas de las citas y de manera previa recordarle cuando tiene que ir al médico y someterse a estudios. Si está en tratamiento médico, ayudar a organizar la toma de los medicamentos y recordarle los horarios de las tomas. Llegará el momento en que ya no habrá necesidad de que tú estés al pendiente pues estas actividades formarán parte de su rutina diaria.

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2. Es indispensable cuidar la alimentación

Uno de los principales detonantes de una enfermedad, es la alimentación a la que estamos sometidos. Estamos acostumbrados a comer a la hora que podemos y lo que haya a nuestro alcance. No dedicamos tiempo a preparar desde casa los alimentos del día y mucho menos a estar cargando una lonchera durante nuestra jornada fuera del hogar. Sólo piensa que darle a la alimentación el valor que merece te ahorrará dinero y a la larga el cuidar a un enfermo crónico. Como siempre, el iniciar un buen hábito es lo más difícil, así que tendrás que invertir tiempo en la preparación de lunch y comida para casa. Si es posible compartir la dieta para todos los miembros de la familia estarás cuidando la salud de todos.

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3. Evitar el sedentarismo

Tanto para la salud física como para la salud mental el hacer ejercicio ayuda. La liberación de sustancias que estimulan el buen funcionamiento del cuerpo y la eliminación de toxinas por medio del sudor son las razones tradicionales para someterse a periodos de ejercitación, cuando en realidad se complementa con la posibilidad de socializar en parques, clubs o en la propia casa. Así es que si no tienen un plan familiar de rutinas de ejercicios puedes programar actividades sencillas, que no conlleven un gasto económico extra, que se pueda adaptar a los horarios familiares y de necesitarse, se pueda hacer también de manera individual.

Toma en cuenta que estas actividades las realizarás por periodos únicamente, pues la idea principal es ayudar a hacer conciencia en los señores de tu familia. Una revisión a tiempo y cambiar hábitos los puede salvar de pertenecer al porcentaje de hombres mayores de cuarenta con problemas de salud.

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