Vence el cáncer antes que toque tu puerta
"La primera riqueza es la salud". Ralph Waldo Emerson
Yordanka Pérez Giraldo
En fechas recientes, han sido varias las historias de famosos que mueren debido a ese gran flagelo que se llama cáncer. La actriz mexicana Lorena Rojas, es la más reciente víctima, y antes que ella el también actor mexicano Héctor Arredondo. Aunque no son los únicos: Celia Cruz, Rocío Durcal y Luciano Pavarotti son otros de los muchos que han muerto a manos de este terrible mal.
Tantas historias de conocidos y desconocidos en tan breve período, nos deja la sensación de que este mal cada vez gana más terreno y cobra más vidas. La ciencia ha avanzado y muchos tipos de cáncer tienen ya altos índices de éxito en sus tratamientos, pero para que eso ocurra, sigue siendo primordial que la enfermedad se detecte en etapas tempranas.
Los seres humanos tenemos la tendencia a pensar siempre que esas cosas no nos van a pasar, o “que de algo tenemos que morirnos”. Pero lo cierto es que, cuando nos enfrentamos a la muerte, siempre rogamos por una segunda oportunidad, sin darnos cuenta que la vida muchas veces nos da no una, sino muchas oportunidades cada día, todos los días.
Es por ello que quiero hablarte de la prevención. Prevenir no quiere decir que las cosas no van a pasar, pero sí que podemos hacer lo que esté en nuestro poder disminuir el riesgo de que suceda y estar al pendiente para que, si ya sucedió, detengamos el mal a tiempo.
El cáncer sí va en aumento
Según un estudio publicado por la revistaThe Lancet Oncology, en el 2013, el cáncer en América Latina va en aumento. Las causas están íntimamente ligadas a:
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Una vida sedentaria.
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Alimentación poco saludable.
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Radiación solar.
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Contaminantes ambientales.
Enterados de lo que nos pone en mayor riesgo, lo lógico es evitar todo lo anterior, en la medida de lo posible.
Mantente atento a los síntomas
Aunque es cierto que muchas veces la enfermedad no avisa, existen casos en que el cuerpo sí nos indica que algo está mal, por ejemplo:
1. Cambios en la coloración de la piel
Puede ser obscurecimiento, enrojecimiento, o un tono amarillo en la piel y/o ojos.
2. Aparición de síntomas inexplicables
Estos pueden ser pérdida de peso sin razón aparente, alta temperatura, agotamiento extremo, dolor (especialmente en cabeza y espalda), endurecimiento o masa extraña en algunas zonas del cuerpo. También pueden aparecer manchas blancas en el interior de la boca, sangrado o secreciones inusuales, llagas que no cicatrizan, dificultad para tragar y tos o ronquera persistente. Estos son los síntomas más comunes y, aunque pueden ser nada, lo mejor es que lo confirme un médico.
Deja de lado la vergüenza
Hombres y mujeres no vamos al doctor porque somos tímidos al momento en que el médico nos revisa ve nuestros cuerpos desnudos. Incluso, hay mujeres sienten que le están faltando el respeto a su pareja si dejan que otro hombre las vea y toque, pero debemos entender que es la salud lo que está en juego.
No tengas miedo al diagnóstico
El temor a lo que nos van a decir, es una de las excusas más recurrentes para no ir a ver al especialista. Sin embargo, este miedo muchas veces es el que termina matándonos, pues lo único que se consigue es postergar el tratamiento y, con ello, toda posibilidad de descubrir la enfermedad a tiempo.
Si no vemos por nosotros mismos, por tener calidad de vida, cuidarnos hoy para que haya un mañana, de nada valdrá más tarde preguntarnos “¿Por qué a mí?” La vida no sabe de buenos y malos, nuestra salud es también nuestra responsabilidad, así que sé responsable, cuídate y déjate cuidar. Prevenir es siempre mejor que remediar.
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