3 consejos para hablar de sexo con tus hijos
Hay una voz temerosa dentro de ti, que te dice, “No te pongas nerviosa, seguramente en la escuela le han contado algo”. Hablar de sexo con tus hijos es transmitir tus valores y tus creencias, pero sobre todo, generar en ellos una vida sexual sana.
Marta Martínez Aguirre
Cuando Nataly le preguntó a su madre si su padre había sido su primera experiencia sexual, Gloria creyó caer de un precipicio. Nataly apenas tenía ocho años, pero estaba haciendo las preguntas que ella no esperaba hasta los quince.
Para algunos padres, este tipo de preguntas (u otras más ingenuas como la que el pequeño Eduardo, de cuatro años, hizo a su madre: ¿Por qué el sacerdote no casó a la gata antes de tener bebés?) pueden provocar nervios o risas. Sin embargo, los niños de hoy en día realizan preguntas cada vez más profundas con respecto a la vida y como buena madre es tu tarea responderlas.
No es fácil abordar el tema de la sexualidad si de pequeña tú misma no recibiste información de tus padres, pero debieras estar feliz de que estos son tiempos en los que cuentas con muchísima información de buena calidad y al alcance de tu mano. Sin embargo, llegado el momento de las preguntas puede que surja en ti una voz temerosa que te dice: “No te pongas nerviosa, seguramente en la escuela le han contado algo”. Puedo entender tu temor a no saber por dónde empezar, pero recuerda que tus hijos no necesitan a una experta sexóloga, sino a una madre que con total honestidad dialogue con ellos sobre estos temas.
Es por esto que te comparto a continuación algunas sencillas sugerencias que podrían ayudarte llegado el momento de tener esa charla.
1. Sé natural y no tengas miedo
Busca crear un entorno agradable y sin forzar los temas acompaña a tu hijo en las dudas que tenga. Habla de forma natural, sin tabúes y en un lenguaje sencillo de acuerdo a la edad de tus hijos. Por ejemplo, el pequeño Dardo no conforme con la respuesta de su madre: “Los gatos no se casan”, corrió a preguntarme si yo podía servirle de testigo para que él oficiara la ceremonia de matrimonio. Ante esta situación, le comuniqué a su madre que me parecía que era el tiempo ideal para hablarle al pequeño de la importancia del matrimonio, del valor del amor y de la fidelidad, así como de la llegada de los hijos (independientemente de los nervios por la boda de los gatos, a la cual asistí con mis mejores galas). Por otro lado, parecía que ese niño estaba poniendo en sus deseos las palabras que su madre no se animaba a decirle a su esposo: “Algún día quisiera casarme por iglesia”. Así que, a la boda de los gatos le siguió la de los padres de Dardo, tres meses después. Muchas veces los niños pequeños preguntan por temas vinculados a la sexualidad para hablar de sus propias vivencias.
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2. No te paralices cuando escuches la palabra sexo
Los niños no andan buscando detalles eróticos del tema, no te preocupes. La sexualidad está vinculada con todo lo que somos, sentimos, comunicamos y expresamos cada día, de modo que si en tu mente se activan ciertas escenas, es porque quizás sea tiempo de que tú también te instruyas al respecto. Los niños deben aprender que el beso que le das a tu esposo cada día, las miradas entre ustedes, el placer de las caricias y todas las muestras de afecto, también forman parte de la sexualidad. No equipares la genitalidad con la sexualidad, porque terminarás desvirtuándola.
3. Tus hijos desean que seas tú quien resuelva sus dudas
Te preguntan porque quieres que tú respondas a sus inquietudes, pero como es habitual, recurren al Internet o al compañero más avispado de la escuela también. Desgraciadamente, tanto el uno como el otro darán información distorsionada y poco confiable. Prueba escribir la palabra sexo en cualquier buscador y mira el número de las entradas, ¿cuántas de ellas realmente pueden satisfacer la curiosidad natural de tus hijos?, ¿cuántas no harán otra cosa más que dañarlos? En un intento por demostrarte esto, mira las palabras que me aparecieron en 0,24 de segundos: sexo anal para ellos, señales de que una mujer necesita sexo, las jóvenes británicas ofrecen sexo a cambio de que les paguen la universidad. ¿Logras darte cuenta de lo que puede encontrar tu hijo si no te sientas a dialogar del tema cuando lo necesita?
Como ves, hablar de sexo es también transmitir valores y creencias, para así generarles una vida sexual sana y gratificante. ¡Quizás te interese ver este video para reírte un poco, y para no cometer esos errores! También puedes leer este artículo para aprender aún más del tema: