El club de la lactancia, ¿es una buena idea?

¿Qué tan bueno es reunirte con otras madres a platicar y discutir tus inquietudes maternas? ¿Es un engaño, o en verdad es tan maravilloso?

Emma E. Sánchez

Un club de lactancia es la reunión de varias madres con bebés de brazos, en algún lugar donde puedan sentirse cómodas y en libertad de platicar y discutir los temas que les interesan en esta época de su vida, mientras amamantan a sus hijos. Las madres comentan, se fortalecen, intercambian opiniones y se dan ánimos. En algunos clubs, también se invita a especialistas para aclarar dudas, hablar sobre un tema en particular y juntas ser instruidas. Suena bien, ¿verdad?

La idea de reunir mujeres con situaciones en común no es algo nuevo y mucho menos el que las madres jóvenes se reúnan para aprender y compartir información. De hecho, es tan buena idea que algunas personas lo han aprovechado y forman estos clubs como un negocio, lo mismo que un club deportivo, social o un gimnasio para mujeres.

¿Cómo saber si un club de lactancia es bueno para mí?

1. No tienes familia o amigas en tu localidad

Ya sea por el trabajo de tu esposo o cualquier otra situación, cambiaste de domicilio y no conoces a nadie en la ciudad en quien confiar o a quien platicarle tus dudas sobre cómo o qué hacer con tu bebé.

2. Pasas mucho tiempo en casa con tu pequeño

Y comienzas a sentirte triste, abandonada, sin vida personal, sola o rebasada con el trabajo de ser madre y los deberes del hogar.

3. Tienes dudas sobre cómo criar a tu hijo

Cuando tienes la impresión de no saber si lo que haces es correcto o no y nadie cerca de ti puede auxiliarte.

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Y, ¿cuándo no es conveniente asistir a uno?

1. Cuando no se cumplen los propósitos de reunirse con otras madres

Muchas madres jóvenes llegan con mucho ánimo y deseos de formar buenas amistades y aprender juntas, pero se encuentran con un grupo donde se practica el chisme, la queja y encuentras todo menos lo que tú y tu hijo necesitan.

2. Cuando eres juzgada o los comentarios que ahí se hacen te lastiman

El tiempo post-parto, e inclusive el primer año de vida de tu bebé, es un tiempo muy especial donde la mujer es vulnerable emocionalmente. Está aceptando su nuevo cuerpo, sus nuevas responsabilidades y está agotada. Frecuentemente experimenta muchos cambios en muchos niveles y áreas de su vida, por lo que requiere de mucha fortaleza y entendimiento de quienes le rodean para sentirse segura y feliz.

Ahora, imagina una mujer con todo ese mundo dando vueltas en su cabeza, y teniendo que enfrentarse a otras mujeres que le juzgan constantemente y descalifican cualquier proceder. O al contrario, donde tiene la impresión que otras mujeres similares, hacen todo de maravilla y le hacen saber y sentir que nunca podrá estar a su altura.

La competencia entre mujeres en este tiempo puede ser particularmente absurda y dañina. Imagina a muchas mujeres a tu alrededor compitiendo por quién recupera su figura más rápido, quién tiene más leche, qué tan pronto regresan al gimnasio o al trabajo, qué tan buenos son los regalos que reciben y mil cosas erróneas más. Si encuentras un lugar con gente así, ese no es tu sitio.

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3. Cuando hay un costo excesivo o solo es un lugar donde te venden ¡de todo!

Muchos clubs de lactancia ni siquiera cobran, prestan sus instalaciones de manera gratuita para que las mujeres se reúnan y se animen las unas a las otras. Hay otros que tienen cooperaciones voluntarias o tarifas simbólicas para pagar servicios básicos del local y hay otros donde se cobra una inscripción, una mensualidad, tiempo extra y un sinfín de servicios.

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Tú eliges. La idea y el propósito fundamental es que encuentres amigas u otras mujeres y personas que puedan fortalecerte y ayudarte en tu tarea como madre. Si te interesa participar en un club como este, solo necesitas revisar los anuncios de tu localidad, con frecuencia estos grupos se promocionan en hospitales maternos, consultorios ginecológicos y pediátricos, grupos religiosos y organizaciones femeninas y/o de apoyo a la mujer. Si no encuentras ninguno, ¡tal vez sea tu misión formar uno! ¿Lo puedes imaginar? Tu búsqueda y necesidades personales pueden ser la respuesta que buscan otras mujeres.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.