Metas durante el embarazo

Para ti futura mamita, en un momento las expectativas de vida se transforman para dar paso a una etapa de preparación constante, una etapa donde tu crecimiento personal, en pareja y por qué no, también en el ámbito profesional.

Elitania Teresa Ruvalcaba Blancas

La llegada de un nuevo integrante a la familia siempre es causa de gran dicha y felicidad. La confirmación de un embarazo transforma no sólo la vida de los futuros padres, así como de la familia entera. Para ti futura mamita, en un momento las expectativas de vida se transforman para dar paso a una etapa de preparación constante, una etapa donde tu crecimiento personal, en pareja e incluso profesional, cambiará de manera definitiva y permanente.

Crecimiento personal

Lo prioritario sin duda serán tus cuidados maternos. Como futura madre las revisiones periódicas con el ginecólogo, la supervisión del crecimiento y desarrollo del bebé, la toma de vitaminas, ácido fólico y una alimentación balanceada será la base para que el embarazo llegue a buen término. Mes con mes las visitas al consultorio permitirán hacer los cambios y ajustes pertinentes de dieta y medicación (en caso de existir) y reducir riesgos para que tú y el bebé gocen de buena salud de principio a fin de la gestación. La persona responsable de tu cuidado y de los del bebé indudablemente serás tú misma.

Si ya tuviste embarazos anteriores podrás notar que ningún embarazo es igual a otro. Consulta con tu ginecólogo los cambios que tengas. Nunca estará de más el investigar por tu cuenta. Tú puedes hacer que esos meses, además de ser una etapa de cambios sea una etapa de aprendizaje e investigación.

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Crecimiento en pareja

Existe la creencia que la llegada de un hijo significa el distanciamiento en la pareja, que la atención hacia todas las cuestiones relacionadas al nuevo bebé crea un abismo entre los padres cuando en realidad debe ser todo lo contrario. Desde el momento en que le das la noticia a tu pareja de que serán padres, de que están embarazados debes compartir con él todo, y cuando digo todo es todo; no te extrañe que el futuro padre también sufra de antojos, mareos, náuseas y sueño excesivo, si te toca este caso disfrútenlo al máximo; si no es así comparte con él las citas al ginecólogo, las compras de lo necesario para recibir al nuevo integrante de la familia, los momentos de descanso donde el bebé se familiarizará con las voces de cada uno y desde el vientre comenzará a contestar a sus estímulos. Si una de tus metas de vivir en pareja fue el formar una familia, el embarazo es la mejor etapa para afianzar este sentir.

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Crecimiento profesional

Alrededor tuyo se irán modificando situaciones y rutinas, si eres una futura mamita trabajadora podrás realizar tus jornadas siempre y cuando no haya una prescripción médica indicando lo contrario, y por parte de tu empleador y tus condiciones laborales no tendrá por qué haber alguna modificación por el hecho de estar embarazada. Por ley la mujer embarazada tiene muy bien especificados sus derechos y también sus obligaciones, por lo que podrás seguir desempeñándote laboralmente, seguir capacitándote y acceder a mejores puestos, seguir participando de manera activa en la vida de tu empresa, que designen a una persona que cubra tus funciones en el periodo de incapacidad y tener la opción abierta a regresar al trabajo después del alumbramiento si así lo decides.

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Cada una de éstas áreas, personal, de pareja y laboral, te complementan; en el momento en que existe alguna situación que altera alguna de ellas tu tranquilidad se verá afectada aunque no quieras, así que trata de mantener un equilibrio en cada una y entre ellas, y verás que la etapa de tu embarazo será digna de recordar.

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