10 cosas que todo hombre necesita saber, después que su esposa se convierte en madre

Las madres primerizas deben leer este gran artículo, y luego compartirlo con sus maridos, quienes tienen que aprender algunas cosas cuando nace su primer bebé.

Mirela Acioly

Este artículo fue publicado originalmente en el blog de De Mãe para Mamãe,y republicado aquí con permiso._

Al salir del hospital con un bebé en sus brazos, todos los padres primerizos tratan de encontrar en algún lugar el manual de instrucciones para aprender a manejar ese pequeño individuo que acaban de ganar. Desafortunadamente, no existe este manual tan deseado. Y con todo, si bien es obvia la necesidad de un manual de instrucciones para el bebé, puede pasar mucho tiempo antes de que un esposo se dé cuenta de que necesita un manual de instrucciones para aprender a hacer frente a la “nueva” esposa.

No faltará quien no se da cuenta de que, cuando nace un bebé, junto con él nace una nueva mujer. No importa cuánto tiempo tengan de casados, es una nueva pareja. ¡Y ella nunca volverá a ser la misma! Todo cambia y nuestros maridos a menudo se pierden en medio de tal cambio. Veamos la lista de 10 cosas que todos los nuevos padres deben saber antes de la “llegada” de la nueva madre.

Pensando en ello, decidí hacer una lista de cosas que cada esposo debe saber después de que su esposa se convierte en madre:

1. Como mujer se siente fea

Hay tantos sentimientos contradictorios acerca de cómo se siente en ese momento con su cuerpo, como nadie podría pensar. Por un lado, ella realmente cree que es una de las más sorprendentes criaturas en el mundo, ya que ha generado un ser humano. Pero, por otro lado, se siente muy mal por el resultado de todo esto. ¡La situación es compleja, lo sé! Ella mira que su vientre (una de las partes del cuerpo donde las mujeres ponen más atención) se estiró y sólo Dios hizo que no se rompiera, pero ahora está distendido. Si aparte ganó estrías, el caso es más grave. Ha ganado peso, algo que a ninguna mujer le gusta. Incluso, probablemente, en el tramo final del embarazo se hinchó y se ganó un par de manchas en la cara. ¿A qué mujer le gustaría sentir marcada e hinchada? El tamaño de sus senos es relativo, algunas estarán felices de tener más seno (las que tienen poco) pero para otras va a implicar una sobrecarga de la columna, sobre todo si ya tenía demasiado antes de quedar embarazada. Así que ya lo ves: la parte física de tu esposa, que aquí te presento de manera muy sutil, hace que cualquier mujer se levante de la cama llorando durante mucho tiempo seguido.

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Qué puedes hacer al respecto: Nunca dejes de alabarla. Pero sé cauto: ella no es ciega y sabe lo que está pasando con su cuerpo. Cuando la elogies, mira sus ojos. Tócala, pero con cariño. Nunca dejes de mirarla. Cuando ella te pregunte algo sobre su cuerpo, si es prudente y sabio, responde con la verdad, pero con cautela. Si tiene sobrepeso, dile que pronto volverá a la normalidad. Su cuerpo está así porque dio el regalo más grande que ella podría haber dado, y que para ti, en este momento, no importa en absoluto.

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2. Ella está obsesionada con el bebé

Así de simple. A pesar de que ella todavía está en el proceso de asimilación de todo lo que está pasando con su vida debido a ese bebé -y esto hace que frecuentemente tenga ataques de llanto (la famosa depresión posparto, causada por esos irreversibles cambios sufridos en su vida)- lo cierto es que ella está completamente obsesionada con él. Lo que la verás haciendo con más frecuencia es tomar fotos del bebé para publicarlas en las redes sociales, ¡y es que su objetivo no es otro, sino, literalmente, el bebé!

­­Lo que puedes hacer: Espera pacientemente a que pase esta fase. Esta parte de la obsesión por el proceso de adaptación. También es que su instinto maternal le habla más alto que nunca. Ella simplemente no lo puede controlar.

3. Tu esposa tiene miedo

Esta es una experiencia nueva. Eso ya lo sabes. Pero para ella, todo es tan extraordinariamente nuevo, como para estar aterrada. ¡En este punto, lo que ella más anhela es no cometer errores! Es como el peor examen de su vida. Estuvo nueve meses estudiando y preparándose, y ahora llegó el momento de la verdad. Toda madre primeriza en todo momento siente que está siendo evaluada por sí misma, por todo y ante todos, y carga con eso todo el tiempo. Permitirse equivocaciones está por completo fuera de toda cuestión. Por otra parte, tiene a su alrededor un mundo entero de gente opinando, con el deseo de ayudar. Esto puede ser bueno, pero para ella es sofocante. Sobre todo para con la gente con quien ella tiene una relación delicada (generalmente, su madre). La presencia de personas es muy intimidante y, fuera de ser un alivio, la deja más estresada.

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Lo que puedes hacer: Aparentar que esto es hormonal, simplemente no te va a ayudar… ¡Por cierto, va a empeorarlo todo! No seas una carga más, otro más que analiza, juzga y no ayuda. Debes saber que ella está dando lo mejor que puede y tú debes aprender a dar ese apoyo, amor y comprensión que ella necesita. Ya que ella no alcanza a entender por completo lo que está sucediendo, y le resulta muy de nuevo, de nuevo, saber qué hacer o qué esperar. Trata de darle confianza en ella misma. Dile que cometer errores es normal, y que lo que realmente importa es que ustedes dos están juntos en esto y que estás seguro de que ella está siendo la mejor madre que podrías haber elegido para tu hijo. Y que no se te olvide: dilo siempre mirándola a los ojos y -si puedes- acariciándola con cariño. En este momento de su vida, un abrazo y buenas palabras de ánimo, son muy útiles.

4. Ella siempre está a la defensiva

Imagina cómo está la cabeza de esta mujer. Todos sus conocidos tienen una opinión para dar. Su madre cree que pronto debe volver al trabajo; su tía piensa que no está amamantando adecuadamente; su amiga que tiene un niño de cinco semanas de nacido, siempre está dispuesta a dar una opinión por “tener más experiencia”; su suegra también quiere ser madre del bebé… su situación no es fácil y su defensa es estar a la defensiva.

Lo que tú puedes hacer: Permanece a su lado [risas] es lo mejor que puedes hacer. Y luego, cuando ella se calme, demuestra sutilmente que todos están tratando de ayudarla y que ella no tiene por qué estar tan a la defensiva, pero asegúrate de hacerlo cuando ya está tranquila, o tú a tres metros de su alcance [más risas]. Lo cual nos lleva al siguiente punto.

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5. Tu esposa no puede enojarse con el bebé

Lógicamente, la nueva mamá sabe que el principal culpable no duerme. Que las necesidades de ella no le importan a él. Es más, ella ni siquiera puede socializar con el bebé y, con todo, ella no puede “descargar” su ira en él. ¡Él es sólo un bebé! ¡Todos lo sabemos! Entonces, ¿quién está más cerca, por lo general paga por todo y es la víctima perfecta? Sí, adivinaste: esas cosas te tocan a ti.

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­­Lo que puedes hacer: Por desgracia, el consejo que tengo para dar, no es algo que vaya a ayudar mucho [risas]. Pero es el único que sé que en realidad funciona. Tienes que ser un saco de boxeo para tu hijo y la cordura de tu esposa [risas]. Esta fase también pasa. Imaginar que estás haciendo ejercicio, por ejemplo, ayuda.

6. La nueva mamá no tiene nada que ponerse

Este punto es más frustración que tristeza. Ella ya estaba cansada de llevar ropa de maternidad -que por lo general no suelen estar en una gran cantidad de variedad y le robaba un poco de glamour femenino-. No quiere seguir usando ropa de embarazo. Pero acaba de tener el bebé y no tiene ropa pre-embarazo que le quede bien, o le sirva todavía. Y para empeorar las cosas, se niega a comprar ropa, porque en su mente, ella pronto regreso a la normalidad.

Lo que puedes hacer­­: De hecho, no hay mucho que puedas hacer. Felicítala y trata de desviar su atención. Anímala a hacer una buena dieta, beber mucha agua y a alimentar al bebé, ya que eso es lo que la hará perder peso muy rápido.

7. Tu mujer necesita protección

Creo que las mujeres siempre quieren que sus hombres sean sus protectores, pero creo que esta necesidad va más allá, cuando ella se convierte en madre. Ella te necesita para ser la barrera entre ella y el mundo exterior. Si ella no está lista para recibir a los invitados, entonces tienes que ser tú quien diplomáticamente rechace esta visita, por ejemplo. Las cosas que ella antes resolvía, ahora las tienes que ser resolver tú.

Lo que puedes hacer: En el caso de que suceda algún imprevisto que la ponga más tensa, lo ideal es que escuche lo siguiente de tu boca: “¡Deja que yo me ocupe de ello!”.

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8. Ella necesita descansar

La mayoría de las mujeres que recién se enrolan en las filas de la maternidad primeriza, realmente creen que pueden hacerlo todo. Todas las demás madres con casas sucias y los bebés irritantes y desagradables están haciendo algo mal. El complejo de la madre perfecta, conduce al agotamiento rápido. Lo peor es que la mayoría de las madres se niegan a admitirlo cuando están llegando al límite.

Lo que puedes hacer: “Dale permiso” para que tu esposa descanse. Muéstrale que ella necesita tomar una siesta o ver la televisión para relajarse cada vez que el bebé duerma. Si ella trata de argumentar, recuérdale que simplemente está protegiéndose a sí misma…

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9. ¿Ya le preguntaste si ella necesita algo?

Digo esto porque he sido madre y sé lo importante que es esto. Las personas pueden haber tenido experiencias con otras madres, pero cada madre tiene su propio ritmo y forma de ser, y muy probablemente a ella le gustaría más si le preguntas lo que realmente necesita, en vez de invadir “su vida” sin preguntar.

10. Ella quiere una figura paterna cerca

A ella le gusta ver que tú también te convertiste en padre. A ella le encanta escuchar de tu boca cómo este nuevo ser humano te está cambiando también a ti. Ella ama cuando hablas de cómo percibes a ese pequeño ser humano, que tiene sus oídos y sus pies.

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¿Qué puedes hacer?: Puede que no te parezca lógico, pero cada vez que tú te relacionas con ese pequeño bebé, al mismo tiempo te acercas cada vez más a ella. Ver cómo te transformas en un gran padre, en la primera fila de la película de su vida, no tiene precio para ella. Y créemelo: después de las primeras seis a ocho semanas, las cosas empezarán a mejorar.

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_Traducido y adaptado del portugués por Óscar Pech, de 10 coisas que os homens precisam saber depois que a mulher vira mãe, de Mirela Acioly.

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