3 principios para acabar con los niños tiranos en casa
No permitas que tu hijo se convierta en un adulto que cree que se merece todo. Para esto tres comparto un antídoto de tres puntos. ¡Asegurado!
Denhi Chaney
En mi humilde opinión, hoy día tenemos un problema cada vez más común en nuestra civilización: niños que no saben apreciar, que no saben decir gracias y que sienten que se merecen el mundo entero. Si te pones a pensar, seguramente conoces a un niño con estas características que le grita a la mamá que le compre un juguete y ella —al no saber qué hacer— le compra lo que el niño quiere. Sin embargo, aun después de esto, el niño nunca dice gracias y no demuestra ninguna señal que estos obsequios sean suficientes sino al contrario, en cuanto más se le da, más quiere. ¿Te suena familiar?
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Creo que este asunto es grave ya que estos niños crecen y se convierten en adultos egoístas, casi narcisistas, los cuales nunca dicen la palabra “gracias” pues sienten que se merecen lo que tienen. Aunque esto suene bastante pesimista, lo positivo de todo esto es que como padres tenemos la increíble oportunidad de ayudar a nuestros hijos a ser agradecidos, pues, como casi todo en la vida, la gratitud se enseña en casa. Aquí te comparto algunas ideas para enseñar tan importante concepto a tus pequeños.
1. Enséñale, siendo tú agradecida
Una de las primeras palabras que se le debe de enseñar a cualquier niño es decir “gracias.” Enséñale cuando se dice, e invítalo a decirlo con frecuencia. De igual forma, dale gracias a él si te ayuda con algo, tu ejemplo enseña más que las palabras. Un niño que da las gracias entiende que en esta vida muchas cosas se tienen que agradecer y es más probable que empiece a cultivar un espíritu de agradecimiento.
2. Muéstrale que, cuando ingratitud, hay consecuencias
Si hay algo que me carcome por dentro es ver un niño ingrato —como bien diría mi madre—. Si ves que tu hijo se rehúsa a expresar gratitud ante ropa o juguetes nuevos, o incluso después de llevarlo de paseo, es tiempo que experimente no tener esas cosas. Es una buena idea quitarle la ropa o juguetes nuevos hasta que el niño muestre señales que los aprecia y que está dispuesto a expresar gratitud a sus padres por lo que hacen por él.
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3. Aprende a decirle: “no”
Un niño aprende a ser agradecido cuando hay ocasiones en donde se le dice que NO. De esta forma, cuando uno dice que SÍ la gratitud es casi inmediata. No le haces ningún favor a tu hijo si siempre le compras todo lo que quiere, lo llevas a donde quiere y en fin nunca le dices que no. Es importante mencionar que muchas decimos que no y luego terminamos diciendo sí; es esencial que ellos sepan que cuando mamá dice que no, es no.
Creo que la falta de gratitud en este mundo es un mal que ahora está afectando a nuestros pequeños. Es nuestra responsabilidad que nuestros hijos no se unan a las masas de personas que creen que se merecen todo y que jamás tienen que decir gracias. Desarrolla en tus hijos un espíritu de gratitud, enséñales a decir gracias y ve cómo se convierten en adultos con empatía, responsabilidad y mucho amor.
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