Una carta familiar para papá Noel

SI tu familia tiene tradiciones que datan de tus abuelos, no temas retomarlas y enseñarlas a tu familia, es época de navidad, época de unión familiar. Una carta familiar para papá Noel.

Erika Otero Romero

Una noche, al iniciar la temporada navideña, mientras Berenice desempolvaba las cajas que contenían los adornos navideños encontró una carta, que databa de hacía algunos años. Al sacarla del sobre y leerla no pudo evitar que las lágrimas rodaran por sus mejillas; la guardó de nuevo en su sobre, ya ajado por el paso de los años y decidió que haría lo posible por retomar esa costumbre familiar navideña que sus padres le habían enseñado cuando era una niña.

Al día siguiente, Berenice, junto con sus dos hijos y su esposo, empezaron a limpiar y a armar el arbolito de Navidad. Juan, su esposo, que era diestro en el arte de reparar pequeños artefactos eléctricos, tomó en sus manos la responsabilidad de arreglar las extensiones navideñas, los niños ponían las bolitas (esferas) multicolores en el árbol y ella les ayudaba dándoles las decoraciones y alzándolos en sus brazos de vez en vez para que alcanzaran los lugares más altos.

Después de dos horas de estar de acá para allá con el decorado y las luces, Berenice vio la oportunidad que esperaba para reunir a sus hijos y esposo y pedirles que hicieran una carta de Navidad a papá Noel. El padre y los hijos se miraron extrañados, pero la novedad les llamó la atención y al unísono todos dijeron que sí; entonces se dispusieron a hacer la carta.

Entre sollozos y algunos suspiros, después de unos 30 minutos, la carta tenía diferentes caligrafías, resultado de las letras de los cuatro integrantes de la familia; con amor los dos niños y los dos adultos se abrazaron y pusieron la carta en el árbol. Esto decía:

Querido papá Noel:

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Somos la familia González y en esta Navidad queremos que leas nuestra carta familiar (inició Berenice para dar ejemplo a la familia, y mientras escribía iba leyendo lo que ponía en el papel).

Como sabes, soy Berenice y hace unos años, junto a mis padres, solíamos hacer este ritual de natividad y hoy deseo retomarlo con mi familia y dejarles esta costumbre de unión a mis hijos.

Lo que más deseo para mi esposo y mis hijos es salud, pero te pido que no olvides a mis padres y mis suegros, que también necesitan estar saludables para compartir mucho tiempo con nosotros. Te ruego también que mi esposo siempre sea fortalecido y siga siendo tan amoroso y paciente con nosotros, que nunca le falte el empleo y el buen ánimo, no sabría qué sería de mi vida sin él.

Yo te pido que me des paciencia y guía para poder educar y amar a mis hijos a pesar de sus travesuras y retos personales; los amo y son un regalo precioso que deseo atesorar y proteger, pero también que sean hombres de bien y sobre todo felices.

(Luego escribió Juan, su marido).

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Papá Noel, mi esposa ha dicho todo lo que yo hubiera querido, ahora solo me queda darte gracias por haberla puesto en mi camino, pues a pesar de que hemos tenido muchos retos familiares, ella siempre ha sido mi compañía y soporte en las buenas y en las malas. Mi vida quizás no hubiera sido la misma si hubiera elegido a otra persona, pero ella me ha dado amor, fidelidad y felicidad a cada momento desde que la conocí, no podría ser más feliz, gracias porque ella está en nuestras vidas. Gracias también por mis hijos, sin ellos no sería el hombre que soy ahora y no podría ver la vida a través de sus amorosos abrazos y besos pringosos de dulce cada tarde al llegar del trabajo.

(Y ahora los niños).

Papá Noel:

Gracias por nuestros papitos, nuestros amiguitos y por los abuelitos que esperamos vengan a pasar Nochebuena y año nuevo con nosotros. Gracias por el buen genio y las caricias de papi y mami, porque tenemos la suerte de tenerlos. Por favor, no te olvides de sus peticiones, pero tampoco de nuestros juguetes en esta Navidad. (Carita sonriente y pícara al final).

Te queremos:

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Familia González

La Navidad es una de las épocas más bellas del año. Es una época para olvidar las penas y el dolor, y lavarnos en la fuente de la felicidad familiar. Te invito a que hagas esta actividad con tu familia: seguro que será una experiencia memorable y le dará un sabor de unión familiar y de gratitud a tu celebración. ¡Felices fiestas!

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.