La infertilidad: el monstruo en tu matrimonio
Aunque difícil la infertilidad no tiene que definir tu matrimonio, entérate cómo.
Denhi Chaney
Una de las primeras parejas con las que trabajé cuando estaba haciendo mi maestría me enseñó mucho acerca de la infertilidad y de cómo esta afecta el matrimonio. Por supuesto, cuando se presentaron en la clínica no venían por ese motivo, es más, ni siquiera se mencionó la infertilidad sino hasta mucho después, cuando se hizo obvio que lo que estábamos haciendo no funcionaba. El esposo tenía mucho enojo en contra de su esposa y la esposa hacía hasta lo imposible por satisfacerlo en todo; tenían mucho conflicto y ya no sabían que hacer. Después de investigar y darme cuenta que la esposa era infértil, concluí que esa era la raíz del problema y que habíamos estado trabajando en cosas secundarias que venían a consecuencia de la infertilidad.
Aunque no tiene que ser así, muchas veces la infertilidad define al matrimonio y la relación entre pareja. Esto sigue siendo cierto aun cuando la pareja haya podido adoptar, como era el caso de este matrimonio, puesto que el esposo sentía un vacío y la esposa mucha culpa pero ninguno había hablado del tema. La infertilidad era un monstruo invisible presente en su relación y solo era cuestión de cambiar algunas cosas para poder sanar las heridas que esta condición trae consigo. Si tú también tienes problemas de infertilidad te recomiendo este otro artículo: Ocho consejos para encontrar la felicidad en medio de la infertilidad
A continuación te presento algunos conceptos y aspectos que son necesarios hablar para que esta no siga carcomiendo la relación desde dentro.
1. No es la culpa de nadie
Es importante que primero se internalice que la infertilidad no es culpa de nadie, en especial de tu pareja. No es justo, ni bueno para la relación, que se mantenga una noción de que es su culpa que no tengan hijos propios; puesto que, créeme, si esta persona pudiera pedir un deseo, sería el de no tener esta condición. Así que lo mejor es aceptar que esta es su realidad, sin culpar a nadie y ver la infertilidad como el problema y no tu pareja.
2. El hablar de la herida es bueno
Aunque no sea culpa de nadie es inevitable que duela, y que sea muy difícil tanto individualmente como para la pareja en sí. El hablar de esta herida, sin culpa y sin enojo, no es malo para la relación puesto que el dolor no se debe ignorar, pues si se hace este solo crece. Lo importante es experimentarlo juntos y que esto los haga crecer como pareja, recuerda que los dos están sufriendo, no solo tú.
3. No es toda tu relación
Es importante ver la infertilidad como parte de la relación y no lo que la define por completo. Es esencial que los dos estén juntos peleando en contra de todo lo que la infertilidad trae consigo, en lugar de dejar que esta se convierta en un problema que eventualmente los separe. En este artículos encontrarás consejos para mantener la calma mientras esperas el embarazo: ¿Qué hacer cuando se desea un hijo y no llega?
Aunque el problema de la infertilidad es uno que trae consigo mucho dolor, usualmente este es un dolor silencioso y casi invisible; no permitas que esto deteriore a tu relación. Hablen acerca de lo que sienten, de cómo pueden juntos sobrellevar esta situación y consuélense mutuamente, en lugar de que este se vuelva en un monstruo.