El exceso de trabajo y tu salud personal
Si entre la familia, la escuela y el empleo no encuentras un minuto de descanso, tu vida puede estar en riesgo.
Erika Gaytán
“Nuestro cuerpo huele, duele, se debilita, late, da punzadas y envejece. Nuestro cuerpo tiene nuestra mente como un rehén al servicio de sus antojos y de sus ritmos”, según Alin Botton. En otras palabras, tu cuerpo es más que solo un organismo al que mantienes con algo de alimentos, un par de horas de sueño y agotamiento. Por ello, deberías proporcionarle una atención seria, darle un mantenimiento y supervisión que de verdad lo cuide, por fuera y por dentro.
Como mujer tienes otro factor en contra: la alteración cíclica de hormonas. Éstas suelen contribuir a una baja de defensas en tu cuerpo y, por ende, cualquier alimento en mal estado, aun cuando se trate de un pedazo pequeño, te hace correr el riesgo de una infección más grave.
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Cómo proteger tu cuerpo del estrés y las preocupaciones
El acelerado ritmo de vida que llevamos hoy en día puede hacer grandes estragos en nuestro cuerpo y su bienestar. Si en el siglo XX resultaba difícil tomarse las cosas con calma, ahora es peor. Por lo mismo, es muy importante que tomes en serio que debes cuidarte, a pesar de todo el trabajo, preocupaciones y actividades que puedas tener. Si a eso le sumamos la mala alimentación y el poco descanso, el problema se vuelve doblemente peligroso. Tu cuerpo aguantará varios años. Décadas incluso, sobre todo si eres joven. Pero va a llegar un momento que tu organismo “te va a pasar la factura”: te obligará a hacer un alto y te puede costar hasta la vida. ¿Qué has preguntado qué puedes hacer al respecto?
1. Mantén una actitud entusiasta
Por muy pesados que resulten tus días, no permitas que tu mente tenga pensamientos negativos. Éstos hacen que la angustia se quede tanto en tu cuerpo como en tu mente y así, por todos los pendientes que tienes, te va a costar más trabajo descansar.
2. Realiza actividades relajantes
Busca actividades que te ayuden a relajar tu cuerpo con respiraciones profundas, estiramientos, meditaciones, masajes, aromas, sonidos agradables. A muchas personas les sirve el yoga para cubrir estos aspectos, pero si no puedes asistir a una sesión, búscate un tiempo y lugar para relajarte.
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3. Ten una dieta favorable
Este punto es uno de los más complicados, sin embargo, ello no significa que sea imposible. Trata de establecer una hora en específico para comer; si no te alcanza el tiempo para ir a comer a casa, llévate siempre fruta, agua, alguna galleta que sea alta en proteína y fibra.
4. Haz ejercicio
Si te resulta casi imposible realizar alguna actividad física porque tu trabajo es lejos de casa, requieres invertirle mucho tiempo o tienes llegas exhausta, cambia tu auto por el transporte colectivo, aunque sea dos veces a la semana. Procura llegar caminando al trabajo de vez en cuando y que tu marcha sea rápida. Eso te servirá como ejercicio.
5. Haz acciones que distraigan tu mente
Recuerda que si no eres capaz de quitarte el estrés y dejarlo fuera de tu casa, no vas a poder hacer que tu cuerpo descanse y que con ello tome nuevamente la energía que requiere. Para ello, puedes leer algún libro, pintar, hacer alguna manualidad o tan solo escuchar música. Incluso, si prefieres, hasta cantar a todo pulmón. Busca que tu mente descanse, no solo tu cuerpo.
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Recuerda que para estar fuerte y saludable lo más importante es que descargues un poco (o un mucho) de esa carga excesiva que sueles tener. Cada cuerpo es diferente y soporta también de forma diferente, pero no te arriesgues. Cuídate para que puedas seguir disfrutando la vida y cuidando de tus seres queridos.