Dormir: una solución a grandes males
Muchos de los grandes males de estos días, encuentran la cura en la cama, ¿quieres saber cuáles son?
Emma E. Sánchez
¿Te ha pasado que estás en cama y por más que quieres no puedes dormir? Te acomodas de un lado, del otro y nada… es imposible conciliar el sueño. Sin ahondar en el por qué no puedes dormir, debes estar consciente de estas dos premisas: uno, que dormir es una necesidad fundamental que no puede ser omitida; y dos, si se altera este ciclo, las consecuencias pueden llegar a ser devastadoras para tu organismo y salud general. Se dice que el no dormir, puede llevarte incluso hasta la muerte.
Los niños deben dormir entre 8 y 10 horas, lo que favorece su sano desarrollo y descanso, ya que los más pequeños crecen durante el sueño y sus funciones cognitivas se desarrollan. En el caso de los adultos, se considera un sueño sano aquel que tiene como mínimo siete horas y durante el cual no hay —o son mínimas— las ocasiones en las que se despierta. Algunas personas erróneamente creen que perder una noche de sueño se repone fácilmente durmiendo horas extras en los días posteriores, sin embargo, la verdad es que el sueño perdido no se repone nunca. Durante el sueño, nuestro cuerpo se repara, se regenera y, sobre todo, recupera fuerza y energía para cumplir sus funciones regulares.
A continuación te presento algunos problemas de salud que, de padecerlos, puedes comenzar a combatir durmiendo. Así como lo lees: durmiendo plácidamente.
1. Obesidad y sobrepeso
Cuando no duermes, eres más propensa a tener ansiedad y, por lo tanto, a comer de más. Cuando estás agotada, tu cuerpo va a buscar recuperar energía y el alimento es una de las maneras más fáciles con las que el cuerpo “cree” que puede recuperarse; sin embargo, lo cierto es que solo estarás añadiendo más y más kilos a tu ser. Procura tomar agua antes de dormir, uno o dos vasos son más que suficientes. Puedes también tomar una infusión que te relaje y ayude a conciliar el sueño. Procura no comer ningún alimento pesado tres horas antes de irte a dormir, esto ayudará a agilizar tu metabolismo y a que tu cuerpo se recupere mejor mientras descansas.
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2. Pérdida de memoria y poca concentración
El cerebro es el primer órgano que denota el daño por la carencia de sueño. Olvidar con frecuencia las cosas, eventos o fechas, no es normal, ni tampoco los esfuerzos por recordar cosas de la vida diaria. Si te cuesta trabajo traer palabras a tu memoria o recordar nombres, tu cerebro te está gritando que algo no está funcionando bien. Si te cuesta mucho trabajo concentrarte o enfocarte en una tarea, es el mismo caso: tu cerebro está cansado. Revisar tu alimentación y descansar hará milagros, ya lo verás.
3. Problemas nerviosos
El mal humor, la inquietud, la caída de cabello, inclusive el insomnio son con frecuencia consecuencias del poco descanso. Te recomiendo leer este artículo seguramente te ayudará a conciliar el sueño: Razones y consejos para bien dormir
4. Debilidad del sistema inmunológico
Si te estás enfermando constantemente de gripe, salpullido, del estómago o tus uñas son débiles, seguramente tu sistema inmunológico está débil. Comer sanamente es fabuloso, pero no suficiente si el descanso no es parte de tu forma de vida. Recuerda: dormir no solo es un placer, es una necesidad que no puede ser sustituida.
5. Falta de deseo sexual
Si te sientes más cansado que con ánimo de estar con tu pareja, o simplemente la actividad íntima ni siquiera la recuerdas, créeme, estás en aprietos. Muchos otros problemas se generan a partir de aquí, por lo que debes seriamente revisar tus hábitos alimenticios, las dificultades o desafíos personales que puedes tener y sincerarte para reconocer dónde estás fallando.
Tomar una siesta durante el día, ¡también se vale!
Tomar una siesta a lo largo del día también es una gran oportunidad de reponer energía. Descansar y dormir plácidamente, se relaciona con la tranquilidad de la mente y la conciencia. Perdemos el sueño cuando algo nos atormenta, cuando tenemos deudas, resentimientos hacia otros o no hemos obrado correctamente. El miedo es enemigo de la paz. Reflexiona qué sucede en tu vida y por qué no estás durmiendo las horas que debes.
Cuando se trata de trabajo con horarios complicados, cambio de turnos o inclusive de estudios o esfuerzos especiales que requieren de más vigilia y menos sueño, procura ser prudente. Un sacrificio es dejar algo bueno por algo mejor. Dejar tu vida o tu salud por unos pesos más, que gastarás en medicamentos, no es un sacrificio, se vuelve un absurdo.
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¡Lindos sueños!