Si tus hijos creen en Santa Claus y usan Internet, esto te interesa

Conoce una aplicación que sirve para que los niños no puedan acceder a información relacionada con la "verdad" de Santa Claus.

Arturo Leonardo

El fin y principio de un año representan mucho más que etapas de cambio, de reflexión o incluso de descanso. En muchas partes del mundo, incluyendo México y Latinoamérica por supuesto, se presentan una serie de tradiciones que van desde la colocación del arbolito de Navidad, el Nacimiento, organización de cenas, dar regalos, etcétera, hasta la leyenda de hombres buenos que otorgan regalos a los niños se portan bien.

Hablar de Santa Claus o de los Reyes Magos es un tema digno de ensayo, pero que, en gran medida, representan parte de lo mágico que resultan los finales de año. Referirse a Santa Claus, Papá Noel o el Viejito Pascuero se ciñe, por lo general, a mencionar a Nicolás de Bari, quien nació por ahí del año 280 después de Cristo en Turquía, y que adquirió fama por sus actos de bondad, mismos que con el tiempo se convirtieron en historia contada por todos.

Ya para el siglo XX, la leyenda de Nicolás de Bari contribuyó a que, con ayuda de la mercadotecnia, se le diera forma a Santa Claus, un hombre regordete y de barba blanca que viaja por todo el mundo en menos de 12 horas para repartir regalos. Una técnica que quienes nos quedamos atorados en el transporte público todos los días quisiéramos imitar.

Así pues, lo de Santa Claus ha pasado de generación en generación. En algunos sitios regala juguetes; en otros, ropa; en muchos más, dulces y libros. El tema es que su leyenda representa esperanza y una ayuda para ciertos padres que se apoyan en él para controlar a los hijos: “Si no te portas bien, no viene Santa Claus”.

Cuando los niños son pequeños, la creencia en Santa Claus o los Reyes Magos, quienes, según su propia referencia, llevaron regalos al niño Jesús recién nacido y que después hacen lo mismo con los niños en honor a ese evento, es importante. La creencia en estos seres, espíritus o conceptos es, en gran medida, casi lo que divide a los niños de los adolescentes. Generalmente –no es una regla–, cuando se deja de creer en ellos se debe a que la evolución está haciendo su trabajo y entonces los niños pasan a otra etapa de la vida.

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Es importante destacar que este proceso entre “creer y no creer” no tiene edad definida, ni mucho menos situación; sin embargo, mucho tienen que ver las amistades en la escuela, el entorno y ahora, Internet. En la red se pueden encontrar textos de todo tipo, algunos más verdaderos que otros; por supuesto la leyenda de Santa Claus está incluida y sujeta al escrutinio de “expertos” en la materia.

Dado este caso, es normal que los padres, en su esfuerzo por mantener tradiciones, busquen la manera en la que los hijos pequeños no entren en contacto tan rápido con otros muchachos que “ya conocen la verdad”. Si eres es de estos preocupados padres, déjame contarte que se creó una herramienta para Internet llamada Keep believing in Santa(Sigue creyendo en Santa), la cual bloquea de la sesión de computadora las entradas que tengan que ver con “la verdad” de Santa Claus.

Al fin y al cabo, cada familia tiene sus formas de interpretar una u otra tradición; por lo mismo, siempre es importante darles la libertad a los padres o responsables de los niños, el decidir cuándo impedir que llegue Santa Claus. Porque lo interesante se vuelve cuando llega el momento en convertirse en ellos, lo cual, es otra historia.

Si te interesa el tema, relee: ¿Invitarás a Santa Claus para esta Navidad?

O puedes releer: Mi hijo dejó de creer en Santa Claus, ¿cómo explicarle sin quedar como mentirosos?

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.