Algunas opciones para alimentar de amor tu alma
Si te ha pasado que aunque tienes todo lo material que has soñado, sientes que algo te falta, aquí puedes encontrar algunas opciones para llenar ese espacio vacío.
Erika Gaytán
En estas semanas de frío intenso es plausible que cerca de tu casa se hayan organizado campañas espontáneas para donar prendas como abrigos, zapatos, suéteres y cobijas tan útiles para ayudar a soportar el clima invernal a personas con escasos recursos económicos o en situación de calle. Leyendas tales como “Si tienes frío, toma uno; si quieres ayudar, pon uno”, es posible encontrarlas en el exterior de casas habitación y parques, incluso dentro de algunas escuelas, por diferentes iniciativas de profesores y alumnos, quienes también se unieron para recolectar estas prendas.
Otra acción altruista se dio en las redes sociales, donde se invitaba a la gente a cargar, dentro de la cajuela de sus automóviles, alguna cobija para que, de encontrarse en la calle con un necesitado, vagabundo o gente sin techo, se les ofreciera cobijo y ayuda.
Este tipo de acciones reconfortan el alma, hacen sentir más humana a la persona, le dejan una sensación de felicidad y aprenden a ver las cosas de otra forma. Ahora, si pocas veces has experimentado esta sensación o la quieres vivir y luego transmitir, te invito a que te involucres en cualquiera de las siguientes tres opciones:
1. Alimentar a quien lo necesite
Invita a tu familia y a tus vecinos a que organicen un desayuno, una comida o una cena en la que todos participen en su preparación y reparto. Para esto, te recomiendo que primero busquen una comunidad o algún lugar donde vivan o trabajen personas con necesidades. Si acuden a una “ciudad perdida” o comunidad en pobreza extrema, recuerden hablar primero con su dirigente o jefe de colonia para evitar cualquier mal entendido o posible agresión. Pónganse de acuerdo sobre los platillos a preparar, pues no es necesario que sean ostentosos o demasiado elaborados. Por el contrario, tendrán un mayor éxito si eligen cosas sencillas y comunes.
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2. Colecta de ropa y zapatos
Siguiendo en la misma línea de las personas de las que hablé al principio del artículo, otra idea práctica y sencilla es organizar una mega limpieza de clóset con toda tu familia, amigos y vecinos. Ojo: no se trata de deshacerse de lo que no sirve, sino de hacer una elección minuciosa de ropa y zapatos que ya no se quieran conservar en casa. Pídeles que te ayuden a lavarla antes, para que sea más sencillo revisarla y prepararla para su entrega. Hecho esto, acomoden la ropa según su talla y género, y guarden todo en cajas con etiquetas. Es recomendable que para su distribución se organicen y planeen antes dónde la habrán de repartir.
Relee: ¡Por los siglos de los siglos AMEN!
3. Donar juguetes, libros y dulces
Como también es válido llevar un poco de esparcimiento a quienes pasan dificultades, únanse para conseguir juguetes en buen estado que se puedan lavar o reparar, si lo requieren. También consideren los libros, hay padres de hijos ya grandes que tienen un gran número de volúmenes almacenados en muy buen estado y que pueden ser utilidad y formación para otras personas. Otra opción para llevar felicidad son los dulces, sin duda, que pueden comprar en grandes cantidades para que resulten menos costosos y que repartan a más cantidad de niños.
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Si tienes las ganas de servir, pero no la solvencia económica, te aseguro que no es un impedimento. Solo basta que propongas tu idea a familiares y amigos y la lleven a cabo. No olviden incluir a más familias para que todos puedan disfrutar de esta gran experiencia de dar, sin esperar nada a cambio.