5 razones por la que los niños deben usar sus dedos para contar

Las técnicas de enseñanza varían según la época. Los expertos muchas veces no se ponen de acuerdo. Sin embargo, el sistema de conteo con los dedos nunca pasará de moda. Aquí te cuento por qué.

Myrna del Carmen Flores

Los científicos saben que el cerebro es capaz de tener una sensación numérica a muy temprana edad. Por ejemplo, las investigaciones de la doctora Laura Ann Pettito de la universidad de Gallaudet han demostrado que los bebés son capaces de hacer cálculos simples. Su estudio explica que si a un bebé se le muestra un juguete saltando tres veces, es capaz de notar la diferencia cuando este lo hace cuatro o cinco veces.

Según otros estudios, existen 27 formas diferentes de contar con los dedos y muchas de ellas dependen del lugar en el cual nos encontramos. Una persona en Francia por ejemplo, comenzara a contar con el dedo pulgar, mientras que en otros países, las personas empiezan con el dedo meñique. Nuestro estilo también depende de si somos diestros o zurdos. Algunos investigadores consideran este método como un fenómeno universal.

El debate entre investigadores y expertos en el aprendizaje acerca de si es correcto que un niño pequeño aprenda a contar con los dedos o lo haga de una forma abstracta continua. Sin embargo, existen estudios que demuestran las ventajas para un infante que le enseñen a contar con los dedos.

Algunos de los beneficios de este sistema son

El Sistema de contar con los dedos provee al pequeño de un entendimiento multisensorial de las matemáticas, es decir, que el niño puede sentir de una manera concreta en sus dedos la idea abstracta de la numeración, no solo los números cardinales que le sirven para realizar operaciones matemáticas (uno, dos, etc.) sino también los ordinales que le sirven para enumerar (primero, segundo, etc.).
Provee al niño de mejores habilidades matemáticas en su vida futura, siempre y cuando el facilitador del aprendizaje (maestro), promueva más tarde los cálculos mentales hasta que el pequeño deje de contar con los dedos.
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El niño obtiene una representación espacial de los números, esto es, que si el maestro o facilitador ayuda al pequeño a asociar los números menores a una mano, y los mayores a otra, más tarde, el alumno tendrá facilidad para entender cálculos más elaborados. Lo cual facilita cálculos como la suma o la resta. Los dedos de una mano, más dos de la otra son igual a siete, los dedos de una mano más tres de la otra son igual a ocho y así sucesivamente.
Otra gran ventaja es el hecho de que el aprendizaje temprano apoyado del uso de los dedos lleva al niño a entender otros conceptos matemáticos más elaborados como por ejemplo, la propiedad asociativa (a∗(b∗c)=(a∗b)∗c) y la propiedad conmutativa (32= 6 o 23= 6).
Además de todas las ventajas, existe una

investigación que ha sido publicada donde se considera que el conteo con los dedos mejoraría el reconocimiento táctil (finger gnosis), es decir la capacidad de reconocer y diferenciar nuestros propios dedos. Esta técnica de conteo, incrementa este reconocimiento, que a su vez incrementa las habilidades matemáticas en cadena.

Las desventajas

Las posibles desventajas surgen no por el método de aprendizaje en sí mismo, sino por la permanencia en su uso. Según los expertos que defienden esta técnica, se deben alentar las representaciones abstractas de los números poco a poco. De manera tal que el alumno pase de una etapa a otra de forma natural.

Los expertos recomiendan primero usar el sistema de contar con los dedos, después una representación concreta y estructurada de estos, por ejemplo, las clásicas manzanas. Y al final desarrollar el sistema de representación mental de los números para ir motivando el aprendizaje y lograr que el niño sea competente para los cálculos matemáticos. Al final del segundo grado, el pequeño deberá haber abandonado el conteo con los dedos, de lo contrario, los errores en los cálculos se volverían frecuentes.

Aunque es un conocimiento hasta cierto punto innato, las operaciones más complejas deben ser aprendidas en base a sistemas más elaborados, pero lo que es innegable es que contar con los dedos es una técnica útil si se sabe manejar en el salón de clase.

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