Cuando un: ‘NO’, es la mejor respuesta
Aprender a decir: “No”, puede salvarnos de cometer grandes y graves errores, de hacer cosas que no deseamos, dar pie a situaciones incómodas o permitir que abusen de nuestra buena voluntad.
Yordy Giraldo
A nadie le gusta que le nieguen algo, pero seamos honestos: en más de una ocasión nos habría gustado no solo decir la palabra: “No” a alguien más, sino incluso que nos la hubieran dicho. Tenemos la idea de que negarnos ante la solicitud de hacer algo, es una grosería o desconsideración de nuestra parte, pero la realidad es que existen circunstancias donde un “no” es la mejor respuesta.
Aprender a sentirnos con la libertad de decir esta palabra, nos puede salvar de cometer grandes y graves errores, de hacer cosas que no deseamos, de dar pie a situaciones incómodas o permitir que abusen de nuestra buena voluntad. Tan importante es un “no” en nuestras vidas, que es capaz de darnos o quitarnos hasta la tranquilidad.
No se trata de negar el apoyo a quien lo necesite, pero es importante hacer una diferencia entre un “si” forzado, intrascendente y oportunista, y un “no” convencido, necesario, impostergable y beneficioso. Manejar uno y otro nos dará el balance preciso y necesario para que quien nos pida apoyo sea porque lo necesita y a quien se lo demos, porque lo deseamos.
Si lo tuyo es tanto comer, como no saber decir “no”, te recomiendo leer: Aprende a decir no con la técnica de sándwich.
A continuación te comparto algunos casos en los que es mejor que aprendas a decir NO, de manera que te sientas mucho más plena y segura de ti misma. Deseo que te sean de utilidad.
1. Cuando estás al límite
Muchas veces decimos que si a todo porque queremos ayudar a quien lo necesita. Aparte, queremos demostrar lo capaces y buena personas que somos, pero en realidad nos exponemos a quedar mal con los demás y con nosotros mismos. Toma solo aquello que puedes manejar, que sabes cómo hacerlo y que deseas hacer.
2. Si sientes que se están aprovechando de ti
Casi siempre nos hacemos los ofendidos cuando nos niegan algo pero, ¿te has puesto a pensar en que están abusando al pretender que te comprometas con algo que no necesariamente te corresponde? Lo bueno de decir “no”, es que alejará a los desconsiderados.
Relee: Que tu hijo no se salga con la suya: el poder de decir “no”.
3. En caso de que ayude a tu confianza en ti misma
Generalmente nos educan para ponernos casi de tapete al servicio de otros, por lo que nos resulta complicadísimo negarnos a hacer algo. Sin embargo, hacerlo no solo pone a prueba nuestra seguridad, sino que la alimenta y la hace fuerte, así que a trabajar el músculo y decir “no” tan seguido como lo creas necesario.
4. Cuando lo que te piden te perjudica
Muchas veces decimos “sí” solo por consideración a la otra persona, pero sabemos de antemano que hacerlo nos va a crear problemas. En esos casos, es importante tener el valor de rechazar ser parte de ello. Si te cuesta trabajo, piensa en que si la otra persona te tuviera en alta estima, no te pondría en una posición semejante.
Recuerda que no se trata de darle la espalda a quien te pida ayuda, sino de encontrar un equilibrio basado en tu disposición, capacidad e intereses. Lo mejor es actuar por convicción y no por presión, así evitarás sentirte culpable o utilizado. Es importante que priorices tus compromisos y valores, que aprecies tu tiempo y que seas responsable en lo que te comprometes. Si vas a decir que no, hazlo de manera sincera y firme.
Para más consejos valiosos sobre cómo aprender a manejar correctamente los “no”, te invito a leer La terrible dificultad de decir no.
