Cambiar de hábitos, el ingrediente secreto del éxito
Cambiar es de sabios, pero se trata de tener la madurez para descubrir los cambios necesarios, y la voluntad para ir por ellos. En ello consiste la verdadera inteligencia.
Yordy Giraldo
Si la vida puede cambiar en cualquier momento, ¿por qué no somos capaces de utilizar un momento para cambiar de vida? La respuesta está en que somos seres de hábitos. Nos aferramos tanto a ellos, que renunciamos a introducir nuevos para no dejarlos ir. Sin embargo los cambios por lo general significan mejoras y, por ende, debemos dejar de tenerles miedo.
Cambiar nuestras costumbres suele ser el camino más corto para alcanzar el éxito. Los hábitos no se limitan a qué comemos o si hacemos ejercicios, aunque pareciera ser la idea que prevalece. Sino que van de lo afectivo, emocional, social, hasta lo moral, intelectual e incluso de higiene. Y pueden ser positivos o negativos, al punto de determinar toda nuestra vida.
Antes de cambiar es importante analizar qué nos aportan y en qué nos afectan. Y de esos, ¿de cuáles queremos o necesitamos deshacernos inmediatamente? Pero sobre todo debemos saber en qué consisten los cambios para garantizar su éxito. Porque cambiar de rutina empieza precisamente con una nueva.
Te invito a leer ¿Puedo cambiar mi destino?
1. ¿Quién quieres ser?
Primero que nada tienes que definir en quién quieres convertirte. De qué manera quieres ser percibida e iniciar viéndote a ti misma de esa manera. En líneas arriba hablaba de analizar nuestras costumbres buscando pistas sobre hacia dónde evolucionar. Porque dejemos en claro algo: evolucionar debe ser siempre el propósito.
2. Di sí a los cambios
A veces no basta con querer cambiar, sino que es importante estar dispuestos a hacerlo. Un poco de introspección no está de más para iluminar nuestros pensamientos, y aceptar que“para poder seguir, a veces hay que empezar de nuevo”.
3. “No temas ir despacio, teme no avanzar”
No te preocupes si te toma tiempo, si no sale a la primera. No te preocupes por ninguna otra cosa que no sea mantenerte enfocado en tu meta, porque al final más que hacerlo rápido, se trata de hacerlo.
4. Cambiar tus pensamientos cambiará tu vida
No sé si te haya pasado que no te atreves a dar ese paso por temor a no tener lo necesario para lograrlo. Si es eso lo que te detiene, cambia el contenido de las voces en tu cabeza, a veces eso es todo lo que necesitas para que todo empiece a fluir.
5. El reto de los 21 días
Finalmente llegamos a la parte interesante. Dicen los que saben, y me hago eco de ellos, que si eres capaz de mantener una rutina durante 21 días entonces habrás logrado el propósito de integrarla a tu vida.
Cambiar es de sabios, nos dice el conocido refrán. Pero más que ir cambiando como si fuéramos veletas a merced del viento, se trata de tener la madurez para descubrir los cambios necesarios, y la voluntad para ir por ellos. De eso se trata la verdadera inteligencia.
Haz la diferencia, te invito a descubrir cómo leyendo: Una sonrisa puede cambiar tu vida.
