Controla la ansiedad de tu niño con las palabras correctas

Para controlar la ansiedad de los niños es necesario usar las palabras correctas.

Arturo Leonardo

Hablar con un niño sobre emociones es una empresa complicada. Vamos, si los adultos llegamos a tener problemas con el manejo y entendimiento de ellas, ¿cómo explicarle a una personita qué significan y cómo manejarlas?

Es claro que la ansiedad es una emoción no exclusiva de los niños, aunque en este artículo vamos a enfocarnos en ellos. Porque poder manejar la ansiedad es una habilidad que seguramente le ayudará en su vida adulta. Es un asunto complicado, pero no siempre podemos tener lo que queremos cuando queremos, y el control de la ansiedad viene de la mano con la paciencia; otra virtud de primer mundo.

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El sitio PsychCentral publicó un trabajo de Renee Jaim, especialista en Psicología positiva de la Universidad de Pennsylvania, en el que habla de la forma adecuada en la que se tiene que hablar con un niño que presenta ansiedad, utilizando las palabras precisas para lograr que el menor logre controlar sus impulsos. Veamos sus indicaciones y sugerencias para expresar lo que le causa ansiedad:

1. A través del dibujo

Jaim explica que lo ideal es preguntarle al pequeño si lo que siente es posible dibujarlo, ya que esta actividad funciona como una salida para sus sentimientos si le resulta imposible expresarlo con palabras.

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2. Controlar la situación a través del juego

Jugar con el momento, sin restarle seriedad a la situación, claro, es otra recomendación interesante. Según la especialista, plantearle al niño una escena en la que van a inflar un globo ficticio podrá ayudar a que controle su respiración. Si uno le dice “cálmate” o “respira”, el ataque de pánico podría impedir que el mensaje sea recibido de forma adecuada, pero con algún tipo de juego el resultado puede ser diametralmente mejor.

3. Hacer que crea en sí mismo

Utilizar afirmaciones puede funcionar de forma adecuada. Supongamos que el niño muestra ansiedad ante una actividad en la que no se considera capaz (aquí también entra el sentido común de los tutores: no hagan que el muchacho se tire del bungee si está muerto de miedo); así pues, ante un episodio previo a un examen, por ejemplo, Jaim apunta que hacer que se graben y repitan diez veces “yo puedo hacerlo”, sin duda ayudará a los menores.

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4. Detener los relojes

Funciona también aparentar que el tiempo tiene mayor duración. ¿A qué se refiere esto? Bueno, el consejo es crear una situación en la que al niño se le diga lo siguiente: “Muy bien, estás preocupado, pero hagamos esto: coloca tu preocupación aquí (favor de actuar digno de un Oscar con la mímica) y vamos mientras a caminar (o correr, bailar, comprar un helado, ver televisión); después de algunos minutos, recoger la preocupación en un momento de mayor calma.

5. Emplear un objeto de apego

Finalmente, ante los ataques de ansiedad, una pluma y un papel resultan los mejores aliados. Además de dibujar, también es recomendable elaborar una lista de cosas que calman al niño. Hay que preguntarle exactamente qué lo hace sentir mejor, ya sea una situación u objeto. Si dice que el osito Teddy (casi todos los ositos se llaman Teddys) es quien lo calma, entonces la idea es llevar al señor Teddy a todos lados.

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Si quieres saber cómo usar un objeto de apego, relee: Adiós a los temores: cómo enfrentar el primer día de colegio.

¿Te has enfrentado a crisis de ansiedad con tu hijo o con algún familiar cercano? ¿Cómo las manejas? ¿Cómo las has resuelto? Si crees que te servirán las indicaciones y sugerencias de Renee Jaim, ponlas en práctica a la primera oportunidad y mira sus resultados.

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.