6 maravillosas verdades que solo los hermanos gemelos comprenden
Si consideras que tu hermano gemelo es genial, sin duda tienes que leer esto.
Elizabeth González Torres
Mucho se ha hablado sobre la enigmática y misteriosa relación que existe entre los hermanos gemelos. El hecho de desarrollarse en el vientre de la madre, nacer y crecer juntos, los hace tener -inevitablemente- una conexión mucho más fuerte que con cualquier otro hermano.
La semejanza física que los une es sin duda, parte importante del lazo existente entre los gemelos. No obstante, más allá del parecido físico, hay muchos otros aspectos en donde la similitud, entre este tipo de hermanos, trasciende hacia el ámbito de lo emocional y lo mental. Es común escuchar que en estos casos, llegan a sentir, pensar y decir lo mismo en tiempos semejantes, que saben cuándo su hermano o hermana está en peligro, triste o feliz, a pesar de la distancia o que tienen los mismos gustos y deseos. Estos son algunos de los mitos que las personas han creado en torno a lo que algunos conocen como la conexión gemelar.
Actualmente, se han desmentido algunos de estos mitos y se han descubierto verdades científicas sobre este tipo de relación. Sin embargo, siguen existiendo muchas otras realidades que solo nosotros, los que tenemos un hermano o hermana gemela, conocemos a fondo.
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A continuación, comparto 6 maravillosas verdades que únicamente los gemelos comprendemos en su totalidad.
1. El poder de la complicidad
Después de ser hermanos y amigos, somos cómplices de aventuras. Y eso es lo que hace especial a nuestra relación. La complicidad que desarrollamos desde el vientre de nuestra madre, nos hace ser más fieles y leales a ese ser con el compartimos muchos aspectos de la vida.
Efectivamente, con el paso de los años vamos comprendiendo lo significativo que es tener un hermano en quien siempre puedas confiar y apoyarte. A pesar de que los caminos de ambos tomen direcciones diferentes, estamos conscientes de que nunca dejará de existir esa poderosa complicidad que entrelaza nuestros corazones.
2. La realidad de una conexión mental y emocional
Si bien es cierto que no en todas las relaciones gemelares se presentan pensamientos o sentimientos exactamente iguales entre los hermanos, es real que si existe una conexión que nos hace converger en gran parte de nuestro pensar y sentir. Es decir, como hermanos gemelos podemos tener ideas, opiniones, creencias e incluso, emociones y sentimientos similares hacia algo o alguien. Por supuesto, eso no significa que todo el tiempo pensemos o sintamos lo mismo, ya que cada uno somos seres individuales e inigualables, con todo y la conexión que nos une.
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3. Sabernos siempre acompañados
En la mayoría de los casos, ser gemelos nos hace sentirnos siempre acompañados, probablemente debido a que, desde nuestros primeros 9 meses de existencia, gozamos de la compañía de ese ser con el que decidimos nacer. De esta forma, la verdad es que difícilmente experimentamos sentimientos de soledad.
Por supuesto, eso no implica que cada segundo de nuestra vida, nuestro hermano o hermana nos acompañará físicamente, sin embargo, como gemelos tendemos a sentir la compañía y apoyo constante de ese hermano al que tanto amamos.
4. El poder del trabajo en equipo
Otra de las verdades que solo los hermanos gemelos comprendemos, es el poder que tiene el trabajar en equipo. El nacer, jugar, crecer y vivir juntos durante gran parte de nuestra vida, nos hace aprender a colaborar como el equipo que somos. A diferencia de los hermanos que no son gemelos, nosotros descubrimos de manera más pronta que dos cabezas, dos pares de manos y dos corazones generan mejores resultados y tienen mayor poder.
5. La alegría de tener un amigo y confidente incondicional
Como ya lo mencioné, los hermanos gemelos contamos con la bendición de convertirnos en amigos y confidentes desde antes de nacer. El hecho de haber permanecido en el mismo lugar desde los primeros meses de nuestras vidas, nos hace sentir esa confianza absoluta en nuestro hermano o hermana.
6. La realidad es que somos compañeros de vida
Resulta difícil de explicarlo, pero ser gemelos nos da la seguridad de que siempre seremos compañeros de vida. Aunque en cierto momento, ambos encontraremos a un nuevo compañero o compañera con el que decidamos compartir nuestro camino, el lazo de hermandad que nos une jamás terminará.
Finalmente, la verdad más maravillosa de ser hermanos gemelos, radica en el saber que nuestra maravillosa conexión perdurará por esta vida y por la eternidad.