7 principios para enriquecer el futuro de tus hijos
"Sin bibliotecas, ¿qué tenemos? Ni pasado ni futuro". Ray Bradbury
Yordanka Pérez Giraldo
Érase una vez un padre y una madre que deseaban hacer un regalo a sus hijos. Un regalo que, sin importar lo que pasara en sus vidas, los acompañara para siempre y los remitiera a cada momento a aquellos tiempos en que eran pequeños y papá y mamá cuidaban constantemente de ellos. Así fue como determinaron que cada día, antes de que fueran a dormir, les leerían un cuento. De ese modo no solo los adentrarían en un mundo de fantasía cada noche, sino que les irían incentivando el amor por los libros, el apego por la lectura y, lo más importante, sería una muestra tangible de su propio amor.
Entonces cada día, al caer el sol y sin importar si estaban cansados o si habían tenido un mal día, ya enfundados en la pijama y con los niños bajo las cobijas, padre y madre iniciaban la lectura hasta que los ojos de sus pequeños se cerraban y caían en los brazos de Morfeo. Y así papá y mamá vivieron felices, en la certeza de que habían dado a sus hijos el mejor regalo: la lectura, el aprendizaje y la fantasía. Si te gustó esta historia y quieres convertirte en un papá y una mamá de cuento, te comparto algunas recomendaciones para iniciarte e iniciarlos en una historia de amor a los libros que dure toda la vida:
1. Ten en casa los libros adecuados
Primero que nada, hacen falta libros, así que date una vuelta, acompañado de tus pequeños, por las librerías; si no saben leer, no importa, ellos se dejan llevar por los colores y por las imágenes; lo importante es que juntos escojan los suficientes para iniciar la aventura. Es conveniente también que inicies con historias simples y si son muy pequeños, es mejor que tengan imágenes.
2. Prepara el ambiente para la lectura
Es importante que sea tranquilo, relajado y que durante ese tiempo no haya interrupciones, así tus pequeños sabrán que ese momento les pertenece, que es solo suyo.
3. Lee con entusiasmo
Lo ideal sería que para hacerlo divertido le pongas diferentes voces a cada uno de los personajes que aparezcan en la historia, de esa manera alentarás su imaginación y podrán identificar de quién se habla cada vez.
4. Involúcralos en la lectura
Puedes hacerles preguntas sobre lo que estás leyendo, qué les parece la historia, qué creen de lo que está pasando en algún momento específico de la narración, etcétera.
5. Deja los libros a su alcance
De esa manera, cuando lo deseen, podrán utilizarlos. Enséñalos a que cuiden de sus libros, pero tampoco te pongas en un plan estricto si los dañan un poco, pues corres el riesgo de que ya no los quieran volver a tocar.
6. No los obligues a leer
No los castigues usando la lectura; al contrario, que leer sea lo mismo que divertirse, que sea sinónimo de recreación, de juego, de entretenimiento. Si acaso no tienen muchas ganas de que les leas, opta por estimular su curiosidad, plantéales escenarios, genérales expectativas sobre la trama. Y si ya saben leer, pídeles que te lean a ti. En este punto es importante que les prestes toda tu atención, que te involucres y les agradezcas. El ejemplo es también fundamental, de modo que si quieres que tus hijos amen la lectura, deben ver que tú también lo haces, porque es una de las mejores maneras de incentivarlos.
7. Sé un ejemplo de los beneficios de leer
Que la lectura nos permite conocer nuevos mundos, ampliar nuestro vocabulario y nuestra imaginación, y que ayuda a que nuestro cerebro haga ejercicio y se mantenga siempre activo. Que leer nos enseña cosas nuevas, importantes e interesantes cada vez, y nos ayuda a que siempre tengamos algo de qué hablar.
Cuando leemos alimentamos nuestra mente, nuestro espíritu, ocupamos de manera siempre productiva nuestro tiempo; nos lleva a épocas y espacios presentes y pasados que de otra manera no podríamos conocer. La lectura nos hace más analíticos y, por consiguiente, menos propensos a caer en engaños; nos proporciona cultura y al conocer de tantos mundos y estilos de vida nos aleja de la mojigatería tan dañina de la discriminación y el odio.
Regálales a tus hijos un futuro de educación, de suficiencia, de saber: “Ser cultos para ser libres”, dijo el escritor y poeta cubano José Martí. En un mundo tan competitivo el conocimiento es poder, el poder de pensar por nosotros mismos y de tener la sabiduría para superar todos los retos, empezando por superarnos a nosotros mismos.
