Aprender a vivir en un cuerpo amputado
Mírate, sigues siendo tú, diferentes circunstancias, una misma persona. Renuncia a todos los estereotipos y sé la persona que eres sin etiquetas.
Yordy Giraldo
Los toros vistos desde la barrera siempre asustan menos. Sin embargo, aunque no me ha tocado vivir en carne propia la tan difícil experiencia de sufrir una amputación, tuve la fortuna de amar a quien sí le tocó despertar un día y ver que una parte de su cuerpo había desaparecido. Lo conocí cuando él había sufrido esa pérdida en su cuerpo, pero eso jamás fue impedimento para despertar mis sentimientos.
Amar no tiene que ver con cuerpos intactos, ni perfectos, sino con sentimientos sanos, puros y auténticos. A quienes hoy sufren porque han perdido una extremidad, sea por enfermedad o accidente, les digo que lo que importa es hacer de nuestra existencia una vida que valga la pena vivirse. Que más que piel y huesos, lo que abunde en nuestro cuerpo sea un espíritu capaz y deseoso de salir adelante.
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Permíteme hacerte un par de preguntas: imagina que no eres tú quien está pasando por una situación así, ¿qué le dirías a la persona que la esté viviendo? ¿Le aconsejarías sufrir por la parte que le falta, o le harías ver todo lo que puede vivir, sentir, hacer con todas las partes que le quedan? La respuesta es lógica, ¿verdad?
Aprender a vivir en un cuerpo amputado
Deja los prejuicios
Las personas y la sociedad pueden ser crueles, es cierto. Pero las ideas que te torturan no son tanto resultado de lo que piensan los demás como de lo que piensas tú mismo. Es casi seguro que antes de tu experiencia tenías tabúes, y que asumirte parte de esta comunidad te resulte aterrador. Mírate, sigues siendo tú, diferentes circunstancias, misma persona. Renuncia a todos los estereotipos y sé la persona que eres, sin etiquetas.
No te subestimes
La seguridad es una cualidad capaz de dotar de atractivo a quien la tiene; además, ayuda a que seamos más efectivos cuando queremos lograr objetivos, y por si fuera poco es excelente cuando se trata de que los demás nos acepten. Deberás lidiar con la realidad de que lograr algunas cosas requerirán mayor empeño y no pocos intentos, pero sólo la práctica hace al maestro. Las opciones son simples y aplican para todos, no lo haces por miedo, o superas el miedo y lo haces.
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Vuélvete inspiración
Permítete ser inspiración para una nueva vida tanto para ti como para los otros. No te detengas. A veces existen obstáculos que es necesario derribar, pero en algunos casos eso no es opción, lo inteligente es encontrar nuevas rutas. Enfócate en cómo superar las limitaciones, y no en cómo las limitaciones te superan. No digo que sea fácil, pero debes hacerlo, sólo así podrás salir adelante.
Ocúpate en integrarte
El cuidado que ponemos en nuestra persona puede, y de hecho lo consigue, hacernos sentir a gusto con nosotros mismos. Mi consejo es que no te escudes en la autocompasión. Es importante que hagas uso cuanto antes de la tecnología existente para integrarte a tu rutina de vida con la menor afectación posible, mientras menos tiempo pases inmerso en el dolor, mejor; pero también infórmate, porque a veces el exceso de expectativas a la larga puede ser contraproducente.
Ayuda psicológica y rehabilitación
Un trauma como el que trae una amputación se refleja tanto en el cuerpo como en el alma. Por más fuerte y capaz que seas, es importante que te rodees de personas entendidas en el tema para que te ayuden a lidiar con las emociones que deberás pasar en el proceso, y con el entrenamiento requerido para que aprendas a comportarte en tu nueva coyuntura, si fuera el caso.
Por último, no desestimes el poder del amor. Amar tiene la cualidad de que no se detiene en el exterior, vive y se alimenta de lo que llevamos dentro. Así que por nada del mundo te permitas pensar que ya no mereces que te amen. Si el amor fuera físico, los matrimonios no llegarían a la vejez, las relaciones no superarían los kilos de más, los embarazos, los achaques de los años, ni el aliento de dragón de las mañanas.
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