Café, alcohol y tabaco no se llevan con el embarazo
A pesar de que vivimos tiempos de mucha apertura, las sustancias dañinas siguen siendo dañinas.
Paola Enriquez
¿Estás embarazada? ¡Muchas felicidades! En estos momentos te invade una felicidad abrumadora, ¡y con razón! El embarazo puede ser una de las etapas más hermosas de tu vida, más aún si tú y tu pareja se apoyan el uno al otro en este proceso tan maravilloso.
Sin embargo, paralelo a estos sentimientos de alegría, existe la preocupación sobre los cuidados que debes tener. Algunas se preguntan: “¿Es en realidad absolutamente necesario dejar el alcohol, el tabaco y el café? ¡Son otros tiempos!”. La respuesta es sí.
Todo lo que consumes llega al útero: las drogas pueden cruzar la placenta, tal como lo hacen el oxígeno, el dióxido de carbono y el agua. Por ello, es importante que conozcas algunas de las consecuencias que puede tener en el producto el consumo de estas sustancias:
Alcohol
La exposición prenatal al alcohol es la causa más común de retraso mental. Beber en forma de moderada a excesiva durante el embarazo daña el funcionamiento neurológico y conductual del niño, lo que podría afectar los primeros contactos que tengas con él, que son vitales para su futuro desarrollo emocional.
Otra consecuencia es el llamado Síndrome de Alcoholismo Fetal. Se caracteriza por una combinación de retraso del crecimiento, malformaciones del rostro y el cuerpo, y trastornos del sistema nervioso central. Los problemas relacionados con este síndrome son, en la infancia, menor reacción a los estímulos, tiempos de reacción lentos y menor agudeza visual; y durante la infancia se encuentran el margen de atención corto, distracciones, inquietud, hiperactividad, trastornos del aprendizaje, deficiencias de la memoria, agresividad y problemas de conducta.
Tabaco
El tabaquismo materno se ha señalado como el factor que más incide en el bajo peso al nacer. También aumenta el riesgo de aborto, retraso del crecimiento, muerte del bebé dentro del útero, cráneo empequeñecido, muerte súbita infantil, trastorno de hipercinesia (movimientos involuntarios del cuerpo), y problemas respiratorios, neurológicos, mentales y conductuales.
Cafeína
La ingesta de cafeína durante la gestación conlleva una disminución del flujo sanguíneo de la placenta. Los efectos que se observan con mayor frecuencia son: dificultad para la concepción, incremento del riesgo de aborto espontáneo, retraso del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer y parto prematuro. No obstante, si no se consume en cantidades excesivas, la cafeína en el embarazo no tiene consecuencias importantes.
La vida del bebé es más vulnerable en los primeros meses de gestación, el desarrollo es más acelerado y es necesario cuidar de tu salud hasta el último minuto, inclusive después del nacimiento. Nunca estará de más tomar todas las medidas que estén a tu alcance para cuidar de tu bienestar, y así ayudar a tu hijo a que tenga un desarrollo y una calidad de vida más sanos.