Cómo combatir la mala influencia de los amigos de tu hijo
Si llega de la escuela con malos comportamientos, ésto es lo que debes hacer
Fernanda Gonzalez Casafús
“Dime con quién andas, y te diré quién eres”, dice el dicho. Nuestros hijos, además de la crianza en casa y el contacto con su entorno familiar, comienzan a relacionarse con sus pares en la escuela, y no todos pueden ser una buena influencia. ¿Cómo logramos los padres que nuestros hijos no copien los malos hábitos y comportamientos de sus compañeros?
“Lo trajo de la escuela”, suelen decir algunos padres cuando ven algún comportamiento indeseado en su hijo. Si antes no empujaba y ahora lo hace, si le roba los juguetes a su hermana de forma violenta, si dice alguna grosería, o si contesta de mala forma. Pueden tratarse de comportamientos que está viendo en sus pares, en el kinder o la escula, y los trae a casa para experimentar sus consecuencias.
De acuerdo al sitio Fatherly, la entrenadora de padres Joani Geltman dice que los niños en edad preescolar solo están tratando de descubrir cómo obtener lo que quieren. Entonces, cuando se encuentran con un niño que es una mala influencia, copiarán sus tácticas para llegar a lo que quieren, lo que se traducirá en malos comportamientos. El niño que antes era tranquilo, ahora usará tácticas que ha visto en sus compañeritos para triunfar en lo que persigue. Según la especialista, los niños no tienen el poder del cerebro ni la experiencia de la vida para decir que esto es malo y que no deberíamos hacerlo, y que en su mundo todo es “recompensa y castigo”.
Calma y comprensión
Lo primero que haríamos como padre ante un mal comportamiento de nuestro hijo traído de la escuela, será regañarlo por lo sucedido, o en algunos casos castigarlo. Sin embargo, lo primero que debemos hacer es mantener la calma y recordar que es un comportamiento que ha copiado a alguien para tratar de conseguir lo que quiere. Luego entonces, y según las palabras de Elaine Glickman, una autora dedicada a dar consejos a los padres, “desasociar el mal comportamiento del niño”, es decir, entender que lo que está sucediendo es producto de algo que vio en sus compañeros.
En vez de reprender directamente al niño por lo que ha hecho, los padres deberíamos mostrarle otras formas por las que puede acceder a lo que busca. No se trata de decirle al niño que es “un mal niño”, sino en mostrarle las distintas opciones que tiene y elegir las correcta. En el momento que veas en que tu hijo da un empujón a su hermana para quitarle la bicicleta es correcto explicarle que “esa elección no es amable ni correcta” en vez de decirle directamente que es un niño malo.
Si, es cierto. Si eres padre, estarás pensando cuán difícil es mantener la calma cuando vemos que nuestro hijo está siendo injusto, o está contestando de mala manera o trae un comportamiento indebido. Sin embargo, para esto estamos los padres ¿verdad?, para acompañar en el aprendizaje, para ayudarlos a atravesar las experiencias, y, sobre todo, para enseñarles que el amor y la empatía es siempre el mejor camino.
Si el mal comportamiento de un niño no cesa o es tan grave que no puede ser controlado por los padres, es hora de hablar con la guardería o la escuela y pedir acompañamiento. Es importante remarcar a los maestros cuáles son los comportamientos que se deberían restringir en el aula, y hablar con otros padres para conocer si están transitando la misma situación.
Darles herramientas para manejar sus emociones
“Cuando un niño lleva a casa un comportamiento, es un ensayo. Tal vez vuelven a casa y presionan a su hermana porque vieron a ciertos niños obtener lo que quieren cuando presionan. Entonces vuelven a casa y reproducen ese comportamiento “, dice Joani Geltman. “Entonces, ¿qué hacer?Se deben ofrecer herramientas alternativas al niño para demostrarle que presionar es una mala elección, porque alguien podría lastimarse. Trabajar con el niño y proponer un camino razonable es la mejor idea.
Es importante hablar con nuestro hijo cuando demuestra algún tipo de comportamiento, producto de una mala influencia, pues pueden estar necesitando todo nuestro apoyo y contención. Y todos esos malos comportamientos pueden derivar luego en conductas más violentas si no se trabajan a tiempo.
No se trata de no invitar nunca al ciumpleaños al niño que es “mala influencia”, sino tratar de conversar con tu hijo acerca de ello, y si fuera necesario, con los padres del pequeño en cuestión.
Cómo combatir una mala influencia
En resumidas palabras, éstas son las acciones que debemos llevar a cabo como padres cuando nuestro hijo recibe una mala influencia de algún compañero de escuela:
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No reaccionar de forma exagerada al comportamiento, ello puede provocar miedo y ansiedad por parte del niño.
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Reconocer dónde se observó el comportamiento, y si se repite.
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Diseñar una forma alternativa de obtener lo que el niño quiere de una manera que sea más fácil.
Como padres, debemos estar siempre preparados para cuando nuestro hijo llega con un mal comportamiento adquirido en su entorno de amigos. La contención desde el primer momento, la comunicación fluida, y la empatía serán claves en nuestro rol. Y tú ¿Cómo has reaccionado ante las malas influencias de tu hijo?