Crea tus propias tradiciones navideñas
¿Cuál es tu tradición familiar favorita? ¿Cuál es tu recuerdo más preciado de la Navidad? Asegura que tus hijos tengan también maravillosos recuerdos, creando tus propias tradiciones navideñas.
Emma E. Sánchez
Una tradición puede ser conocimiento, creencias o costumbres que trasmitimos de una generación a otra. Mediante ellas conservamos nuestra cultura, nuestra identidad y creamos una memoria colectiva. Las tradiciones son un recordatorio de dónde y de quiénes provenimos. Nos unen y estrechan lazos entre naciones y familias. Las tradiciones nos dan la oportunidad de establecer costumbres correctas que fortalecen la unidad familiar, la fe, los valores y nos dan un sentimiento de pertenencia. Todas las celebraciones nos permiten crear nuestras propias y particulares tradiciones familiares, y lo hacemos con el único fin de mantener unida a nuestra familia, donde quiera que se encuentre.
A continuación, te invito a leer sobre las tradiciones que algunas amigas y yo hemos inculcado en nuestras familias. Tal vez te guste alguna y sientas interés por llevarla a cabo con tu propia familia, o mejor aún: quizá te aporten ideas para crear las tuyas. Recuerda, el propósito de la tradición es crear, fomentar y fortalecer los lazos de afecto que tenemos con nuestros familiares.
Un plato más en la mesa
Poner un plato más en la mesa para la cena de Navidad nos hace recordar al invitado más especial a la celebración: puede tratarse de un ser amado que no está aquí físicamente, pero cuyo recuerdo y amor permanecen con nosotros. Hay quien inclusive pone una tarjetita con el nombre de este familiar o amigo a quien echamos de menos en estas fiestas. Una querida amiga acostumbra inclusive servir ese plato y luego llevarlo a algún vecino o amigo. Son muchas las ocasiones en que alguien que necesitaba de ese alimento, lo recibió en el momento indicado. A mí me gusta pensar que Jesucristo es nuestro invitado de honor a la mesa.
Una cena extra
Si bien es cierto que muchas veces es complicado hacer una gran cena por la estrechez del dinero, siempre es posible preparar algo especial para alguien más. Salir esa noche con una oración en el corazón para encontrar una familia que necesite esa cena, es una de las experiencias más sublimes que tú y tus hijos pueden experimentar. En mi familia, las mejores cenas familiares no han sido precisamente aquellas llenas de manjares, sino aquellas en donde hay un nuevo amigo que vagaba solo o que pensaba pasar las fiestas sin compañía. Compartir la cena, por modesta que sea, te hará sentir el amor en toda su plenitud.
Cantar para los amigos
Cuando nuestras hijas eran pequeñas, era muy fácil ir a casa de nuestros amigos y cantar un villancico para ellos. Cantábamos y todos reíamos, era un tiempo breve pero muy divertido. Cuando fueron adolescentes, no fue tan fácil: les daba pena y lo último que querían era hacer “el ridículo”. Ahora que ya son mayores, cantar o no es lo de menos, todos hemos entendido que muchos esperan esa visita, que les llena de alegría que alguien les visite y no se olvide de ellos.
Poner el arbolito o las decoraciones
En nuestro hogar, la Navidad inicia oficialmente el 28 de noviembre, pase lo que pase. Ese día se pone el arbolito, ¿por qué? Porque ese día fue el nacimiento de mi único hermano, quien falleció en su juventud. Hacer esto me ayuda a nunca olvidar a mi amado hermano y, para mis hijas, que ya no lo recuerdan o no lo conocieron, es la oportunidad de hablar de él, de la familia y de lo especial que es tener un hermano. Mi hija mayor vive muy lejos de casa y cada Navidad que ha estado lejos, pone su arbolito en la misma fecha. Me emociona mucho pensar que cuando cada una de mis hijas tenga su propia familia y yo ya no esté, sus hijos continuarán sabiendo de mi hermano y su hermosa influencia en mi vida.
Una corona decorada de buenos deseos y metas
En casa ya es tradición poner en la corona (o guirnalda) que decora la puerta, algo que deseamos mucho o que sea especial en nuestras vidas. Por ejemplo, de esta manera nuestros familiares y amigos se enteraban que venía un nuevo bebé a nuestra familia, pues poníamos zapatitos tejidos.
Hornear galletas
Cuando tienes niños pequeños, no hay nada más divertido que hornear y decorar galletas para llevar a los familiares y amigos, ¡te lo recomiendo ampliamente!
Tomarse de las manos, cantar y orar
Esto hará que tu cena sea doblemente especial. Mis primos antes de cenar, cada año, cantan juntos “Noche de paz”. Cada vez que escucho esa canción, invariablemente mi corazón regresa a su hogar.
¡Hay tantas cosas bellas que puedes hacer! Vale la pena esforzarse en crear buenos recuerdos con los niños pequeños, al paso de los años, esos recuerdos se volverán joyas invaluables que unirán a tu familia, generación tras generación.