Criar hijos lejos de tu propia familia, lo que debes saber
Vivir lejos de la familia no debe ser una experiencia deprimente o traumática, todo depende de ti.
Emma E. Sánchez
Nosotros a penas teníamos un año de casados y una bebé recién nacida cuando mi esposo fue promovido a un mejor puesto en la empresa para la que trabajaba, se trataba de una gran oportunidad con una excelente mejora económica y de desarrollo profesional así que no lo pensamos y comenzamos a hacer las maletas.
Llegamos a una nueva ciudad donde simplemente no conocíamos una sola persona. Vivimos dos semanas en un hotel hasta que pudimos rentar un pequeño departamento, entonces nos mudamos y nuestra nueva vida comenzó.
La primera semana pasó muy rápido y casi ni lo noté pues me dediqué a recibir la mudanza, acomodar todo y me sentía sumamente feliz de poder descubrir todo. Cuando mi esposo regresaba por la tarde solíamos dar una vuelta y comenzar conocer dónde estará el súper mercado y todo lo necesario.
A los 15 días de nuestro cambio de ciudad ya tenía amistad con mis vecinas y con personas de la iglesia de la colonia.
En una llamada con mi mamá, me manifestó mucha preocupación por saber si estaba extrañando mucho a la familia, la comida y las cosas de casa, tras pensarlo un poco, le dije que no, que todo estaba muy bien.
Ocho años más tarde, nos volvieron a mudar a otra ciudad aún más lejana de nuestra casa paterna y nuevamente en poco tiempo hicimos amistades y tras pasar 16 años aquí puedo decirte que yo no sufrí estar lejos de mi familia y justo platicaba yo mi experiencia cuando una joven madre me explicaba lo mucho que está sufriendo por estar lejos de su familia criando su propia familia. Lleva un mes en la ciudad y aún no tiene una amiga y siente que su familia está sola en el universo sin sus parientes cerca.
¿Qué hace la diferencia entre nuestras dos experiencias?
Naranxa publicó un artículo que aborda el tema y nos deja ver un poco de lo que podemos llegara sentir las que nos vamos lejos de la familia.
Si me permites, te voy a compartir algunas cosas que hicieron la diferencia en mi experiencia durante todos estos años que he vivido lejos de mi familia y mientras críe a mis hijas.
Tu actitud es todo
Independientemente de las razones por las cuales estás lejos de tu familia, tu actitud es lo que hará que te adaptes y triunfes o fracases en tierras lejanas; tu actitud positiva es lo único que hará la diferencia.
Intégrate, nadie lo hará por ti
Ya sea por la escuela de los niños, el trabajo de tu esposo, tus vecinas, la comunidad, la iglesia o el lugar donde compras tu comida, tú eres la que formará amistades, tú te integrarás y le darás a tus hijos amiguitos y podrán tener grandes comidas y paseos pero tú eres la que busca integrarse o quedarse sola en casa lamentándote estar lejos de los tuyos.
Conéctate con tu familia
Hoy en día no hay pretextos, la tecnología nos ha provisto de muchas formas de comunicarnos y hacernos presentes. Programa video llamadas, visitas, escribe con frecuencia, has cartas familiares, grupos de chat ¡usa tu creatividad!
Los pretextos de sentirte sola los inventas tú.
Busca grupos de madres como tu
Cada vez hay más oportunidades para conocer gente, clubs de lactancia, círculos de lectura, clubs deportivos, sociedad de padres de familia del colegio, voluntariado, ¡hay tantas oportunidades! Busca trabajo o ayudar a otros, encontrarás amigos que se volverán familia, te lo garantizo.
Tu familia es tu prioridad
Un error que muchas cometen y es estar demasiado preocupadas por sus padres, sus hermanos y personas que dejaron atrás, piensa un poco y encontrarás que tu prioridad son tus hijos y tu esposo, tu propia familia. Si no separas esto, estarás condenada a mucha tristeza y no lograrás ver todo lo maravilloso que tienes cerca de ti.
Vence tus apegos enfermizos
Si tu lloras por tu papa o tu mamá talvez tienes un problema con tus apegos o tu madurez, si no puedes manejar la separación normal y solo quieres volver a tu casa, amiga, busca un profesional en psicología.
conviértete en una mujer adulta
dicen que uno nunca se convierte en un adulto verdadero hasta que sus padres fallecen, aquí no es necesario llegara esos extremos para que madurez y tomes las riendas de tu vida, tú puedes con este y cualquier otro desafío.
Visita a tu familia
Programa viajes para ir a verlos o para que vengan a verte, será divertido, ya lo verás.
¿Puedes o no puedes?
Yo digo que siempre hay vuelta para atrás, si de plano no puedes tras intentarlo y ya no estás dispuesta a sacrificar, valora junto con tu esposo si es necesario regresar y entonces actúa. Aquí lo que no se vale es ser un mártir y no hacer nada.
Mi hija mayor se casó y se fue a vivir a otra ciudad con su esposo y ¿sabes? nada hay más divertido que tenerlos de visita y escuchar todo lo que están aprendiendo y los muchos amigos que han hecho.