Dejar de ser tú, a cambio de ser amada. Una trampa peligrosa
El amor verdadero y profundo nace del respeto por la esencia del otro y de preservar la propia dignidad.
Marta Martínez Aguirre
El amor no es un maratón de espejismos. Si crees que con una falda ajustada y un inmenso escote has conquistado el amor de tu vida, vas por el camino equivocado. Desde hace meses gastas una enorme energía en realizar cosas para asegurarte que tu novio no se va a ir con otra mujer. Pero con tantas cosas, te has olvidado de lo más importante: ser tú misma. Así que escúchame con tus oídos bien abiertos: si él te exige ser “otra”, no te ama, lo que ama es su ego y estás equivocada si crees que a su lado vas a ser feliz.
No necesitas renunciar a tus sueños
No necesitas renunciar a tus deseos de superación para sentirte amada. Quien ama sinceramente no exige al otro la renuncia de sus sueños o pide que deje todo para estar a su lado. En realidad ustedes tienen que apoyarse mutuamente, crecer juntos, y alcanzar logros como pareja.
Abrir una peluquería, poner un kiosco, hacer un curso de lombricultura, son tan importantes como su maestría, su taller de electricidad o su 0 km. Hagan que los sueños de ambos sean parte de las conquistas familiares.
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Dejar de ser tú
Una mujer que se maquilla, que desea estar a la moda, lucir con un pelo radiante, es algo natural y maravilloso para realzar la propia belleza. Pero comenzar a cambiar de apariencia para ser aceptada por el hombre que amas, no es señal de que están construyendo una pareja duradera. Tú eres tan bonita vestida de noche de gala, como con tu jean y remera; con el pelo atado como peinada de peluquería, maquillada como con el rostro recién lavado.
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Lo que importa es que seas aceptada tal como eres. No necesitas demostrar tus curvas ni tus cualidades externas todo el tiempo para que él se sienta importante. Detrás de esa mujer con harina en el rostro y manchada de mayonesa en el delantal, está también el amor de su vida y no necesitas darte una ducha antes que ponga la llave en la puerta para que no te rechace.
Cambiar de valores, ideas, creencias o ideologías
Cuando votas por el mismo candidato que él, cuando dejas de ir a la iglesia, cuando no demuestras tu intelecto, cuando silencias tu opinión, estás anulando tu propio ser por satisfacerle. Tus pensamientos, creencias, ideologías y posturas son tan importantes como las suyas, y su opinión no vale más que la tuya.
Tus valores, creencias y pensamientos son el resultado de una vida vivida con fundamentos, son parte de ti y no necesitas anularte para ser amada. Si para ti es importante creer en Dios, defiende esa creencia; si tú crees que tal candidato llevaría mejor al país que el suyo, pues adelante, vota por él. No se trata de llevarle la contraria sino de sostener que tú también piensas, reflexionas y eres capaz de mantener una opinión sobre un tema.
No pierdas la salud
Si para ser amada tienes que comenzar a pesar menos kilos de los que tienes, tomar alcohol o alterar tus normas de salud, no vale la pena seguir con esa persona. Tu cintura no puede valer más que tu vida, ni un vaso de alcohol más que tus creencias.
Eres tú, no una foto retocada o una modelo de pasarela que necesita tener cierto look para mantener su profesión. Es él quien debe darse cuenta que eres maravillosa, sin necesidad de enfermarte por mantenerlo a tu lado.
El amor verdadero y profundo nace del respeto por la esencia del otro y de preservar la propia dignidad. No lo olvides; sé tú a tiempo completo.
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