Del matrimonio, la pareja y la paternidad, según Gabriel García Márquez
Conoce algo de Gabriel García Márquez y sus pensamientos respecto al matrimonio, la pareja y los hijos, leyendo este artículo.
Erika Otero Romero
Todos conocemos a Gabriel García Márquez. Todos nos hemos deleitado en su estilo y sus comentarios siempre asombrosos acerca de la vida. Hoy quiero darte una comparación aplicativa de algunas frases de sus historias y otras concedidas en entrevistas, sobre todo las que tienen que ver con las relaciones sentimentales.
1. Respecto al matrimonio
En relación a éste, Gabo dijo la siguiente frase: “El matrimonio, como la vida entera, es algo terriblemente difícil que hay que volver a empezar desde el principio todos los días, y todos los días de nuestra vida. El esfuerzo es constante, e inclusive agotador muchas veces, pero vale la pena. Un personaje de alguna novela mía lo dice de un modo más crudo: también el amor se aprende”.
Quien crea que la fase del enamoramiento con la que inicia un romance dura por la eternidad, está muy equivocado, y te diré la razón. Caer en el enamoramiento no está mal, pero de allí hay que hacer el salto cualitativo hacia el amor. De otra manera, en el momento que se “evapore el enamoramiento”, la persona en cuestión irá en busca de alguien que le vuelva a generar la misma sensación haciendo que, de esa manera, surja la infidelidad o se llegue al divorcio.
Lo natural en el asunto del establecimiento de una relación es que la pareja pase por las siguientes fases: atracción, enamoramiento y amor. Lastimosamente, muchas personas se quedan en las dos primeras y jamás llegan a tener un acercamiento a lo que es el amor. Y este sentimiento es el que hace que un matrimonio sea posible ya que requiere tiempo, entrega, sacrificio, tolerancia, pasión y paciencia entre otros aspectos que solo se aprenden cuando existe amor. Si una pareja logra llegar a esa etapa, puede decir que ha triunfado sobre su propio ego y puede aspirar a la eternidad.
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2. Sobre la pareja
Respecto a esto dijo lo siguiente: “Quizás Dios quiera que conozcas a mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada, para que cuando al final la conozcas, sepas estar agradecido”.
Muchas personas corren con la suerte de encontrar a su pareja adecuada tan solo al primer intento, otras mientras tanto tienen dos o más relaciones sentimentales de las que salen heridos o decepcionados. Lo antes dicho no quiere decir que esa persona nunca va a conseguir a quién amar y ser correspondido, sino que la persona en cuestión debe sentirse bendecida por haber tenido esas relaciones y haber aprendido con ellas lo que debía o no hacer para saber cuándo la persona adecuada ha llegado a su vida. De esa manera, ¿quién no podría sentirse agradecido por eso?
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3. Sobre la paternidad
Gabo demostró que tenía una frase que aplicar hasta la condición —quizá— más preciosa para la vida de un ser humano: ser padres. “Cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre”.
Cuando una mujer que aguarda con ansia ser madre siente a su hijo por primera vez moverse en su vientre, sabe que un lazo irrompible la unirá a su criatura para la eternidad. No pasa igual con un padre, y no es que por ello sea menos capaz de ser un buen padre. Lo que ocurre es que una madre sufre y siente a su hijo desde el primer momento, mientras que un hombre padece el hecho de no tener el privilegio de sentir a su hijo de primera mano.
Pese a lo antes dicho, y justo como lo señala Gabriel García Márquez, solo basta un momento tan simple y tan colmado de tanto significado como es el primer contacto con su hijo ansiado, para que un padre sepa que su vida ha dado un giro radical y positivo hacia la felicidad.
Por último, no me queda más que decir que tienes mucha sabiduría en tu vida para compartir con tus hijos, tu pareja y tus conocidos. Es cuestión que elijas una manera de dejar un legado valioso de tus experiencias y, así como Gabo, permitir a los tuyos que aprendan un poco de tus memorias. No sabes en qué momento tus vivencias sean el consuelo y la luz en la oscuridad que alguien necesite.
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