Descubre el verdadero espíritu de la Navidad en pequeñas acciones
El verdadero espíritu navideño no está en el tamaño del regalo, la cantidad de comida, la ropa que luces esa noche, sino en el valor que le das al regalo que Dios te ha dado a ti.
Marta Martínez Aguirre
Llegan las fiestas tradicionales y, con ellas, un considerable aumento del estrés y de depresión en miles de personas. Según la Sociedad Uruguaya de Psiquiatría, en Uruguay en estas fiestas tradicionales, al menos cinco de cada diez personas, sufre algún trastorno de depresión. Así es: mientras que para algunas personas es tiempo de festejos y algarabía, para otros es tiempo de tristeza y angustia.
Encargarse de las compras, asistir a los compromisos familiares y sociales, participar de las reuniones de despedida de fin de año en el entorno laboral, enfrentar el agotamiento y la saturación de fin de año, pueden ser sinónimos de sentirte estresada o deprimida si no los encaras con una visión distinta.
¿Recuerdas al Grinch, el cascarrabias peludo que no soporta la Navidad y quiere sabotearla? No dejes que en este diciembre el Grinch te cante un blues, pues el Salvador ha nacido por ti.
El verdadero espíritu navideño no está en el tamaño del regalo, la cantidad de comida, la ropa que luces esa noche, o la cantidad de personas que están sentadas alrededor de tu mesa. El sentido original de la Navidad está en el valor que le das al regalo que Dios te ha dado a ti.
El humanismo secular y el mercantilismo han hecho lo imposible por eliminar a Dios de estas fiestas. Mira a tu alrededor: desde el gordito vestido de rojo, el pan dulce, los turrones, las nueces y las avellanas, el arbolito y los trineos, hasta promocionar miles de ofertas para que gastes tu aguinaldo en una sola noche.
No creas que soy una amargada que no me gusta celebrar, nada de eso, simplemente te invito a que pienses que esos son detalles, no lo esencial de la Navidad. El verdadero espíritu navideño comienza con evitar poner tu mirada y tu corazón, en cosas que te roban la esencialidad de la celebración y para ello te comparto estos consejos:
1. Actividades que unen a la familia
Es la fiesta de la alegría porque es la fiesta de la fe y del amor que se hace vida, por eso es un momento ideal para disfrutar juntos en familia haciendo decoraciones para el hogar. Quizás puedan elaborar adornos navideños, tarjetas de navidad, y papel de regalo con materiales que tengan en casa. Recuerda que en la Internet tienes varios videosque pueden ayudarte con algunas ideas muy creativas, sin gastar mucho dinero.
2. Nada como dar servicio
Navidad es la fiesta del amor de Dios, y es una hermosa ocasión para vivir la solidaridad. Piensa en una familia del vecindario, que esté pasando necesidad y prepara con tu familia una canasta con alimentos básicos y obsequios para que puedan celebrar una Navidad digna. Que esta Navidad venga envuelta en regalos concretos de acciones de servicio y muestras concretas de amor por el prójimo. Anímate a marcar la diferencia.
3. La mejor manera de venir a Cristo
Armen el pesebre en familia y aprovecha este momento para leer los pasajes de la Biblia vinculados a este acontecimiento especial (Mateo 1:18-25, Lucas 2:1-20). Quizás contar una historia breve de cada uno de los personajes que forman parte de la historia, pueden ayudar a los más pequeños a entender mejor lo sucedido.
4. Servicio en el hogar
Coloca un pino de papel cerca del pesebre y una caja con estrellas autoadhesivas (si es posible, que sean de un color diferente para cada miembro de la familia) con la finalidad de que peguen una cada estrella, vez que se haga una buena acción. En la cena de Nochebuena, pide a cada miembro de tu familia que comparta sus sentimientos y emociones al respecto.
5. Únete a quien comparta tus ideales
Asistan como familia a la iglesia y renueven la fe. Los cantos, himnos, villancicos y la liturgia en general son una invitación al espíritu a renovar la fe y la pasión por vivir los valores cristianos. Si has estado alejada de tu fe, quizás no haya ocasión más propicia para volver a los brazos de Dios, quien te espera con anhelo.
6. Expresa gratitud
Antes de la cena, tomen tiempo como familia, para orar y agradecer a Dios por este momento tan especial. Es un bello momento para contemplar frente al pesebre que han armado juntos, lo que allí Dios nos permite descubrir: un mensaje de amor, unidad y sencillez.
Si sigues estos consejos, te garantizo que, aunque la publicidad y los altavoces proclamen una Navidad comercial, tú podrás vivir en familia el verdadero espíritu de esta fiesta, que Dios te ha regalado.
Si deseas más ideas para enriquecer esta temporada, te invito a leer: Qué quitar y qué añadir para mantener vivo el espíritu de la Navidad