Durante 20 años vio morir a sus 18 hijos y estuvo a punto de tomar una drástica decisión, pero algo INCREÍBLE sucedió
Porque siempre sale el sol después de la tormenta. ¡Una historia para aprender a no bajar los brazos por lo que soñamos!
Fernanda Gonzalez Casafús
Louise y Mark ansiaban tener un hijo, como muchas parejas que se aman profundamente y quieren formar una familia. Pero pasaban los años y Louise iba perdiendo las esperanzas de convertirse en madre. Sin embargo, nunca imaginó que a sus 48 años la vida le diera un tremendo sacudón de alegría.
La imagen lo dice todo. Una mujer sostiene en brazos a un bebé recién nacido. Ella es Louise, quien tras 20 años buscando un bebé sufrio 18 abortos, viendo morir en cada uno de ellos su esperanza de ser madre. De acuerdo a Mirror, la mujer sufre una condición que hace que algunas células “malas” de su cuerpo destruyan los embriones no nacidos. Y a pesar de haber gastado más de 80 mil libras en tratamientos de fecundación in vitro durante casi 20 años, nunca había podido lograr el tan ansiado embarazo.
Bajar los brazos
Lousie y Mark veían diezmadas sus esperanzas año tras año. Desde que ella tenía 32 años, había comenzado la infructuosa búsqueda porque su anhelo más grande era convertirse en padres. Hasta que un día Louise, cansada de tantas desilusiones, pensó que tal vez la maternidad no era para ella y decidió que no seguiría intentándolo.
Louise perdía casi siempre a sus bebés alrededor de la semana 14. Siempre se habían sometido a la fecundación in vitro y era un completo misterio el por qué su cuerpo no lograba sostener el embarazo. Hasta que luego de muchos años, los expertos hallaron la razón.
Células asesinas
Los médicos les explicaron a Lousie y Mark que el diagnóstico era que su suerpo tenía unas células conocidas como “asesinas naturales”, las que hacían que el cuerpo rechazara los embriones una y otra vez. Los fallos en la implantación embrionaria son una de las barreras en la continuidad del embarazo de aquellas mujeres que se someten a una fecundación in vitro. Pero, una vez conocida la causa, los médicos pudieron tomar un rumbo diferente y actuar en consecuencia.
De acuerdo a la Clínica de reproducción asistida Ginefiv las células “Natural Killer” (asesinas naturales) juegan un papel fundamental en la falla de implantación embrionaria, ya que el embrión posee células distintas a la madre, y estas celulas “asesinas” podrían reconocerlo como extraño y destruirlo. Sin embargo, hoy existen diversos tratamientos para atacar esas células y anular su actividad, y a ello apuntaron los médicos de Louise.
Un último intento
“El médico me dijo cuál era el problema y me dio el coraje de probarlo una vez más”.Así fue que, luego de haberse dado por vencidos y tras 4 años de haber sabido el diagnóstico pero no volver a intentarlo, decidieron que debían darse una última oportunidad antes de que ella cumpliera 50 años.
Finalmente, cuando Louise tenía 47 años el embarazo no sólo se concretó sino que llegó a término. El bebé nació a las 37 semanas tras una cesárea programada, y su salud y la de su madre estaban intactas.
“Fue el momento más difícil de mi vida, pero valió la pena nuestro bebé soñado” , dijo la mujer, quien admitió que no le importó en absoluto haber gastado más de 80 mil libras en tratamientos durante 20 años. “Queríamos un hijo más de lo que queríamos dinero”, dijo exultante de felicidad.
Maternidad en la edad adulta
“Ya no soy la de antes. Me lleva un tiempo perseguirlo por el piso, pero vale la pena”, admite Louise, quien debe hacer un esfuerzo físico para estar al tanto de la actividad física de su pequeño bebé quien hoy tiene ya varios meses.
Para muchas mujeres, ser madre a los 50 es algo un tanto “egoísta”, pues cuando el niño esté en la etapa de la adolescencia y se adentre en la juventud, tendrá padres ancianos quienes no siempre podrán acompañarlo en su vida diaria. Sin embargo, ésta es una opinión muy subjetiva. No podemos juzgar a esta madre que deseó a este hijo con todo el corazón, pues tal vez todo el esfuerzo y la dedicación que ponga en la crianza de este hijo sea aún mayor al de muchas madres que son jóvenes.
Sabemos que la tasa de esperanza de vida ha ido aumentando con las décadas. Una mujer de 50 años hoy, no es la misma mujer de cincuenta años de principio de siglo, pues no debería sorprendernos entonces que muchas mujeres estén postergando su maternidad. El debate es demasiado amplio y polémico, pero la tendencia de ser madre después de los 35 años sigue en alza, debido a una multiplicidad de factores: estilo de vida, trabajo, miedo al compromiso, temor a perder la figura, etc.
Desventajas de ser madre después de los 35
De acuerdo al sitio Guía infantil, el “reloj biológico” de las mujeres se “despierta” cada vez más tarde, haciendo que muchas mujeres tengan hijos por primera vez alrededor de los 35 años. Si bien es una edad fértil y forma parte de una decisión personal, existen algunas desventajas de ser madre luego de esa edad:
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La fertilidad decrece drásticamente
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Mayor probabilidad de parto inducido
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Aumento en la probabilidad de tener niños con alteraciones cromosómicas
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Mayores probabilidades de desarrollar ciertas enfermedades, como diabetes, algunos problemas relacionados con hipertensión o fibromas uterinos
Una decisión familiar
Tener un hijo a los 40, o a los 50 años debe ser una decisión consensuada y muy bien planificada. Hoy es algo muy frecuente que las mujeres tengan hijos cada vez más “tarde”, pues las mujeres de hoy estamos abocadas a definir nuestra feminidad desde otras visiones además de la de la maternidad. Por ello, muchas mujeres eligen primer asentarse en sus profesiones, formar una pareja estable,viajar, o simplemente disfrutar de la vida, antes de tener hijos.
La decisión debe ser puramente familiar y enfocada a la felicidad del niño por nacer. Y tú ¿consideras que es muy mayor una mujer de 50 años para tener un bebé?