El nido está vacío solo si tú quieres
Tarde o temprano, llega el momento en que tus hijos deciden emprender su camino y volar lejos de ti; sin embargo, no todo está perdido. Comienza a llenar tu hogar nuevamente con estos cuatro consejos.
Yessica McGregor
El tiempo pasa demasiado rápido y, tarde o temprano, va a llegar el momento en que tus hijos comiencen a buscar su independencia y decidan irse de casa, para iniciar un nuevo proyecto de vida o para formar su propia familia. Lo que emocionalmente conlleva etapa, se conoce como Síndrome del nido vacío. El nombre se basa en la analogía de un pichón que ya tiene sus alas suficientemente desarrolladas y ya está listo para emprender su vuelo y dejar el nido que su mamá le construyó con tanta dedicación.
De un día para otro, comienzas a ver tu casa más grande y sin ruido, el refrigerador está más vacío y comienzas a sentir cierta tristeza y soledad. Este periodo de tiempo puede llegar a ser complicado para ti como mamá, sin embargo, no todo está perdido. En este artículo vas a encontrar algunos consejos para comenzar a vivir esta etapa como un periodo de readaptación y aprendizaje.
1. Acepta tus sentimientos
Para ninguna madre es fácil aceptar que su pequeño ha crecido, no obstante es necesario que tú comiences por reconocer que la independencia de tu hijo es inevitable y es normal que al principio sientas miedo, angustia o soledad. Sin embargo, me gustaría que sepas que cualquier tipo de separación conlleva un proceso de duelo que debes vivir. Te recomiendo que no pierdas la calma ya que está en ti el encontrar la mejor manera de seguir viviendo feliz.
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2. El matrimonio siempre debe ser el centro de la familia
Cuando tus hijos llegaron a tu vida, seguramente tu papel como esposa pasó a segundo término, ya que tu rol de madre comenzó a ser muy demandante. Incluso podría asegurarte que la mayor parte de tus conversaciones del día tenían que ver con la escuela de tus hijos, sus actividades, su educación, etc. Pero ahora que tus hijos ya no están en casa, es necesario que te reencuentres con tu pareja y reaviven su relación. Una buena idea sería organizar una segunda luna de miel donde se den la oportunidad de estar nuevamente solos y disfrutar de su matrimonio.
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3. Reencuéntrate contigo misma
Esta etapa de la vida es el momento ideal para retomar viejos hobbies que habías dejado por falta de tiempo. Comienza a reordenar tu vida, establece nuevas rutinas y horarios. Empieza a darle un nuevo sentido a tus días, organiza salidas con tus amigas o familiares, practica algún deporte o participa en alguna actividad social. Busca la manera de darle nuevamente motivación a tu vida.
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4. La relación con tu hijo no terminó, simplemente se modificó
A pesar de que tu hijo ya no viva más contigo, tú jamás dejarás de ser su madre. No olvides que aún puedes mantener un contacto cercano con tu hijo, puedes ir a visitarlo o platicar con él por algún medio de comunicación. Hazle saber lo mucho que lo quieres y habla sobre lo orgullosa que te sientes de todos sus logros.
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Sé que estás pasando por una etapa difícil, sin embargo, no puedes vivir aferrada al pasado. Está en tus manos comenzar a tomar esta experiencia como una oportunidad de crecimiento personal y aprendizaje. Recuerda que siempre van a existir diferentes alternativas, pero si comienzas a sentir que la situación te está ganando, es necesario que consultes con un profesional para que te ayude a descubrir cuál sería el mejor camino para ti.
Yessica McGregor
Yessica es Licenciada en Ciencias de la Familia. Es orientadora familiar y actualmente se dedica a impartir cursos sobre temas de familia. Su vocación más profunda es ayudar a los demás. Contacto a través de Twitter: @YessicaMcGregor
