El sacrificio y la felicidad en tu matrimonio

Si piensas que no necesitas sacrificar nada para tener un buen matrimonio, es tiempo de pensar dos veces y seguir leyendo.

Denhi Chaney

Cuando pienso en todas las relaciones que he tenido en mi vida, pienso que ninguna relación que vale la pena se puede abstener de algún tipo de sacrificio. Claro, no todas las relaciones son de igual importancia y por lo tanto el nivel de sacrificio no es igual en todas. Por supuesto, este no es el caso con las dos relaciones más importantes de tu vida: aquella que tienes con tus hijos y aquella que tienes con tu pareja.

El sacrificio en la primera, es casi automático. Es decir, damos todo lo que tenemos sin importar lo que pase y lo que nuestros hijos hagan. En cambio en la segunda parece ser mucho más difícil de hacer y definitivamente nos importa lo que se nos da a cambio.

Por supuesto, no te digo que sacrifiques todo cuando tu pareja solo te regresa abuso. Pero sí te quiero decir que cualquier pareja que desea ser feliz, precisa que ambos estén dispuestos a hacer un continuo sacrificio mutuo. La gran mayoría de las parejas que veo en mi consultorio, es porque han dejado de hacer sacrificios en las áreas que especifico abajo. Por ende, si no descuidas el sacrificio en las mismas, las probabilidades de que tu relación tenga problemas son mucho más pequeñas.

1. Sacrificio de tiempo

No cabe duda que tu matrimonio requiere que des de tu tiempo. Un matrimonio estable, sano, feliz, exige que sacrifiques tiempo -el cual nunca sobra- y dejes de hacer aquellas cosas que te gustaría mucho hacer. Por ejemplo, muchas veces quisieras estar sola por un momento. Pero tu pareja te necesita, así que sacrificas ese tiempo y lo apoyas. Otras veces te tomas tu tiempo para hacerle saber durante el día que estás pensando en él y lo mucho que lo amas. Todo aquello que puedes hacer para demostrarle que lo amas requiere de tiempo y, aunque parezca que no hay suficiente tiempo durante el día para hacerlo, el secreto es darte tu tiempo para hacerlo y no esperar que pase espontáneamente.

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2. Sacrificio de orgullo

De todas las cosas que podemos sacrificar, parece ser que la que nos cuesta más trabajo es sacrificar nuestro orgullo. La razón es clara: dejar de lado el orgullo implica el sacrificar nuestro deseo de tener la razón todo el tiempo, el no tener que ser la primera en decir lo siento, en ser la primera en perdonar, en estar dispuesta a entenderlo incluso cuanto no estás de acuerdo con él, incluso en tenerle compasión. Así que como puedes ver, sacrificar el orgullo es una tarea de toda la vida. Pero si estás dispuesta a hacerlo, entonces esta vida ya no la vivirás sola, sino con tu mejor amigo.

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3. Sacrificio de la vida de placer

No me malinterpretes. No estoy diciendo que no existe placer en el matrimonio. Al contrario: es la felicidad y el gozo más grandes. Sin embargo, esa plenitud no es constante: también hay momentos de dolor, de frustración y enojo. Toda pareja debe entender que la vida de matrimonio no es fácil. No basta con que haya amor, para que la convivencia sea fácil.

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Todo lo que vale la pena requiere de sacrificio, pero si vas a sacrificar algo, usa tus energías en sacrificar lo antes mencionado en tu matrimonio. Te garantizo que no solo tu relación va a ser mejor sino que tú, como persona, vas a experimentar un gozo que no conocías antes.

Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .