¿En busca de un nuevo amor? Piensa antes en tus hijos

¿Separado,viudo o divorciado en busca de un nuevo amor y tienes hijos? Bueno, lee el siguiente artículo y conoce los aspectos que debes cuidar antes de tener un nuevo amor.

Erika Otero Romero

Muchas personas que se divorcian o enviudan, con el tiempo pasan por un dilema singular: si darse o no una oportunidad de tener a una nueva relación afectiva en su vida. Las razones son muchas y justificadas, van desde temer que su nueva pareja lo compare con su ex, hasta no llevarse bien con la familia de él o ella y quizá la que más temen muchos es que su nueva pareja rechace a sus hijos. Respecto a ésta última, existen varios aspectos que deseo abarcar y dejarte claro antes de que entres en el aspecto formal de una nueva relación sentimental.

Es importante que antes de salir con una nueva pareja sean amigos

Una de las únicas formas de conocer a alguien en muchos de sus aspectos íntimos y personales es a través de la confianza que viene de la mano de una amistad. Es muy difícil mantener una cara falsa por mucho tiempo, por muy buen mentiroso que esa persona sea. Si le gustan tus niños, o si los aceptará, es algo que se dejará ver con el tiempo, así que no te apresures: noviazgos largos, matrimonios sólidos.

Antes de iniciar una relación afectiva has que tus hijos lo conozcan

Yo creo que los niños tienen un sexto sentido para identificar cuando una persona no es franca. Por otra parte, es normal que algunos niños sientan celos y no deseen “compartir” a su madre con alguien que no sea su papá. Pero con el tiempo y la paciencia, si la persona pone un poco de su esfuerzo, ellos terminarán por aceptarlo.

Conoce a sus amigos e incluso a sus familiares

¿Deseas saber si es una buena persona y se siente cómodo con niños? Has lo posible por conocer a su familia y a sus amigos más antiguos e íntimos. No se trata de investigarlo, pero es seguro que entre charla y charla descubrirás detalles que de otra manera no podrías obtener. Además, si es posible, observa cómo se comporta con sus sobrinos y otros niños de su familia.

Observa atentamente qué siente por tus hijos

Incluso cuando una persona no está hablando podrá dejar ver si le gustan los niños o si está dispuesto a lidiar con los retos que un adolescente representa. Para ir más a lo seguro, pregúntale a tus hijos qué tal es él cuándo está con ellos y observa siempre con mucho cuidado si disfruta de la presencia de tus hijos, si los tolera con paciencia, o si solo los sufre por causa tuya.

Antes de unir tu vida a otra persona asegúrate que por lo menos aprecia a tus hijos

No se trata de que “quien quiere una relación con una persona la acepta con todo lo que trae consigo”. Si es claro que no es feliz con ellos, o ellos con él, o peor todavía: si de entrada te pide que mandes a los niños a vivir un tiempo con tu ex, mejor deja las cosas por lo sano. Eso es más que una alerta roja para saber que no amará jamás a tus hijos. Ellos son tu prioridad; eres responsable de ellos, y deben pesar más en tu balanza, que lo que sientas por este pretendiente.

Cuando se es padre o madre, el hecho de reiniciar la vida amorosa después de un fracaso amoroso o viudez es mucho más complicado, ya que la estabilidad y bienestar de tus niños debe primar. Lo anterior no quiere decir que todos los que se acercan a ti para tener una relación sean malas personas, por supuesto que no. Algunos logran aceptar a los niños e incluso los adoptan y les dan un buen ejemplo; en algunos casos hasta llegan a ser llamados por los niños “papá”, pero esto requiere de tiempo, observación confianza y sobre todas las cosas amor y honestidad.

Por último, no te cierres a la posibilidad del amor. ¡Hazlo! Solo debes ser mucho más cuidadoso y de la única manera que sabrás si sales con la persona indicada es arriesgando un poco de ti; solo no descuides a tus pequeños. Si quieres ahondar más en el tema, te invito a leer estos artículos:

Padres separados y nuevas parejas. Cómo y cuándo involucrar a tus hijos
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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.