Esta enfermera hizo lo que NADIE se atrevía hacer al ver el sufrimiento de este bebé prematuro

Lo que hizo esta enfermera trasformó la vida de toda una familia.

Adriana Acosta Bujan

Con solo pensar en la angustia de muchos padres que reciben la terrible noticia de que su bebé tendrá que nacer mucho antes de que termine la gestación y que por consecuencia él pequeño se encontrará luchando por su vida, es devastador y se me estremece el corazón. Ningún bebé debería pasar por esa terrible experiencia, ellos son tan frágiles, inocentes, dulces y amorosos, que a cualquier persona conmueve.

La Organización Mundial de la Salud estima que cada año nacen en el mundo 15 millones de bebés prematuros y cada vez aumenta. Más de un millón muren cada año debido a las complicaciones en el parto, algunos sobreviven, sin embargo, tienen mayor posibilidad de sufrir algún tipo de discapacidad de por vida relacionadas con el aprendizaje, problemas visuales y auditivos.

Trevor y Sarah Bentley son un matrimonio espectacular, ellos anhelaban ser padres, así que comenzó la aventura, pronto Sarah quedó embarazada y toda la familia estaba feliz. Sin embargo, la felicidad en pocos instantes se convirtió en la más terrible angustia, según lo publicado en CoolCloud y otros medios.

Una enfermedad terminal

Sarah comenzó a tener problemas a los largo de su embarazo, desarrollando una grave enfermedad que ponía en riesgo su vida y la del bebé. Ella sufrió de un fallo multiorgánico, que es la insuficiencia de más de un sistema orgánico vital como: renal, función hepática, pulmonar, cerebral o cardiaca.

A las 27 semanas de gestación, tuvo que ser intervenida de emergencia para realizar una cesárea y poder salvar al bebé. El pequeño de nombre Connor, nació pesando 900 gramos, era tan pequeño que su longitud era la palma de una mano.

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Después de la cesárea el bebé fue trasladado a cuidados intensivos y puesto en una incubadora para darle el suficiente calor y esperar a que se desarrollara y vivir. El pequeño luchaba día tras día, a pesar de los cuidados que ofrecen los médicos, existió un caso único de una enfermera que cuidó día y noche al pequeño Connor.

La enfermera de nombre Gwenn, se estremeció al ver al pequeño, así que por amor decidió no separarse de él. Al mismo tiempo el milagro sucedió cuando Sarah logró recuperarse de su enfermedad y tan pronto fue capaz de levantarse de su cama acompaño a su bebé.

Los padres nunca se separaron de Connor, sin embargo, como en todos los hospitales, existen reglas y tiempo para estar con los seres queridos en la sala de cuidados intensivos, tenían que retirarse cada cierta hora.

Los padres se dieron cuenta que la enfermera Gwenn se quedaba todo el tiempo velando a su bebé, cuando ellos regresaban a su casa. Ella se esmeró y puso todo su empeño para lograr que Connor sobreviviera, incluso le regalo un par de camisetas para abrigarlo, nunca dejo de tener fe y oraba por él.

Un rol que les cambió la vida

El pequeño Connor estuvo en el hospital 65 días, los cuales la enfermera los dedicó intensamente a sus cuidados. El padre recuerda que el trabajo de Gwenn fue más allá de un simple empleo, que todo lo que hizo cambió la vida de su familia, uniéndolos mucho más.

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Una muestra de gratitud

El pequeño Connor tiene 4 años de edad, es un gran luchador y un niño valiente. Los padres se encuentran felices y agradecidos con la enfermera, por tal razón decidieron sorprenderla. Los padres en conjunto con el equipo de médicos, se reunieron en la sala de juntas, en pocos instantes la familia entró a la sala, el pequeño Connor llevaba un ramo de flores.

La enfermera se sorprendió mucho y abrazó al pequeño con gran ternura y amor. Los padres decidieron realizar un video como agradecimiento a su increíble amor y trabajo.

Amor al trabajo

Sin duda, el amor por lo que haces puede marcar la diferencia y cambiar la vida de los que te rodean. Un simple gesto que realizó Gween salvó la vida de un pequeño. Por tal razón, es importante amar el trabajo y no solo esperar recompensa económica, sino satisfacciones y alegrías.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.