La importancia de fijar límites en tu matrimonio

Aprender a establecer límites a tiempo fortalecerá el amor y el respeto en tu matrimonio.

Adriana Acosta Bujan

Tener un matrimonio lleno de amor, confianza y respeto es una gran bendición y probablemente sea el sueño de toda mujer. Sin embargo, en las relaciones de pareja es muy común que existan diferentes puntos de vista, por lo que lograrlo no suele ser algo sencillo.

Para que una relación pueda funcionar con amor y respeto, se deben establecer límites claros desde el comienzo. Con esto me refiero a la necesidad de plantear acuerdos entre la pareja, para que ambos conozcan cuáles son las acciones que estarán dispuestos a tolerar y evitar así futuras discusiones, enojos y hasta una separación. Muchos de estos acuerdos o límites, si no se platican a tiempo, pueden llegar a no discutirse nunca, en ocasiones porque la mujer tiene miedo a ser reprimida y hasta a sufrir violencia física o psicológica por parte de su pareja. El propósito entonces es evitar malos entendidos y que la relación siga funcionando perfectamente.

¿Te has preguntado cuáles son las cosas que hace tu pareja y que te molestan? Por ejemplo: que deje su toalla tirada en el piso, que salga a correr por las noches y se acueste en la cama sudoroso, que salga con sus amigos y vuelva tarde a casa o que al llegar de su trabajo ponga los zapatos en la sala. Reflexiona al respecto de situaciones como éstas, así como aquellas en las que las diferencias se traducen en problemas mucho más serios. Aquí te dejo algunos consejos que te ayudarán a poner límites de manera amorosa, siempre pensando en tu felicidad y en tu matrimonio.

1. Define lo que tú quieres

Antes de poner límites, debes saber bien qué es lo que quieres de acuerdo a tus valores y creencias. Sin embrago, debes ser flexible en lo que deseas, recuerda que tu pareja viene de una educación con costumbres y tradiciones diferentes a las tuyas, por lo que es imposible exigirle un cambio que quizá no pueda hacer. Un ejemplo común puede ser tender la cama de diferente forma o la hora en que crea es mejor sacar la basura.

2. Platica con tu pareja

Pierde el miedo a decir las cosas que te molestan, por mínimas e insignificantes que te parezcan; escoge el momento adecuado para tratar ese tema que te incomoda. Procurando no llegar a una discusión, expresa que no estás dispuesta a aceptar situaciones que te hagan sentir mal. Siéntanse libres de ser ustedes mismos, pero a partir de los límites que hayan fijado; esto será la base del respeto entre la pareja y del aprender a convivir de manera armoniosa.

3. Aprende a dar y recibir

Aprende a aceptar tus errores y esfuérzate por cambiarlos, ya que así como tú pondrás tus límites, lo justo es que tu pareja ponga los suyos también. Traten de llegar a acuerdos solidarios y hagan las negociaciones pertinentes. Pongan su mayor entusiasmo para evitar situaciones que lleguen a alterar su estabilidad.

4. Aprende del perdón

Una vez establecidos los límites, deben saber perdonarse mutuamente los errores cometidos en el pasado. No guarden rencor en su corazón y comiencen a comunicase de forma amorosa.

No dejes que el resentimiento anide en tu corazón

5. Enfrenta el día a día

Cuando algo te moleste, no esperes mucho tiempo para expresar tus sentimientos al respecto. Habla claro y sin rodeos, aprende a decir las cosas con amor y evita usar un tono de queja constante, así tu pareja no se sentirá lastimada.

Al establecer límites, lograrás un crecimiento en pareja y se fortalecerán los lazos de su relación, así como su compromiso. De este modo evitarán las discusiones sin sentido y aprenderán a amarse con sus virtudes y defectos. La comunicación en la pareja debe ser un arma para que tu matrimonio sea estable por muchos años. Recuerda: es mejor hablar a tiempo y expresar lo que el corazón guarda.

Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.