La vejez y la muerte: 2 aspectos que debes tener en cuenta para vivir una vida plena y feliz

Los grandes tabúes de la vejez y la muerte son temas que se hacen difíciles de hablar. Este artículo te ayudará a comprenderlas y a saber cómo hablar con tus hijos sobre ellos.

Erika Otero Romero

Uno de los temores más grandes de algunas personas es envejecer. Lo triste de todo es que la vejez es un acontecimiento al que no se le puede poner un freno, ya que desde que se nace se comienza el proceso de crecer, madurar y envejecer. Aunado a la vejez está la muerte; sin embargo, la última no depende de qué tan viejo sea alguien para que llegue.

Es normal que las personas le tengan miedo a ambas situaciones naturales de la existencia. Pero si piensas de manera calmada no existe un motivo real para tener miedo al envejecimiento o a la muerte. Finalmente, si eres honesto contigo mismo y los reconoces como sucesos inaplazables, entonces sabrás que siempre tienes que vivir de la manera correcta. Eso, a su vez, te llevará a disfrutar de cada momento y persona que te rodea como si este día fuera el último. Piensa que, en todo caso, nunca sabes cuándo vas a dejar este mundo.

Un problema que no debes minimizar

El problema real reside en que tus temores, por lo general, se los transmites a tus hijos y vas generando en ellos horror -desde luego que de forma inconsciente- a hacerse mayor, debido a lo que eso implica, y con ello les estás inculcando también el miedo a morir. La muerte, en la mayoría de los casos, está ligada a la vejez; sin embargo, ¿has pensado cómo explicarles a tus hijos la muerte de una persona joven, incluso de sus hermanos, de su padre o de sus amigos?

En este tema, lo primordial es que no les mientas a tus niños. Al hablar de la muerte, la vejez o cualquier tema que consideres difícil de tratar, siempre háblales de la forma más simple y natural posible, sin mensajes confusos o cuentos fantásticos. A continuación te comparto algunos aspectos que deberías tener en cuenta para que, junto a los tuyos, puedas vivir plenamente:

1. Para sentirte joven y no temer a la muerte

La juventud y la vejez son condiciones mentales. Hay jóvenes de 18 años que debido a lo que han tenido que vivir se sienten cansados y como si sobre su espalda llevaran el peso emocional de una persona de 80. Al mismo tiempo hay personas de 80 que viajan, bailan, juegan con sus nietos y aman a sus parejas como si cada día fuera el primero de sus vidas.

¿Han sufrido? Sí, como todo el mundo. La diferencia entre las personas que disfrutan su vida y las que temen a la vejez y la muerte es que las primeras no se centran en lo malo que han vivido, sino en cada cosa buena que han aprendido de sus vivencias. Además, no permiten que el dolor y el rencor vivan la vida por ellos. Esa quizás sea la razón por la que estas personas no le teman a la muerte, porque saben que han vivido de la mejor manera posible y están preparadas para el momento que llegue sin arrepentimientos inoportunos por lo que hicieron bien, mal o no hicieron.

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2. Para no inculcar a tus hijos miedo a la muerte

Una forma natural de enseñar a tus hijos a que sepan sobre la muerte es que le permitas vivirla, es decir, si tu niño ha tenido mascotas que súbitamente han muerto, no les digas lo que muchos padres hacen: que se fueron de viaje. Explícales que se trata del ciclo de la vida por el que todo ser vivo debe pasar, y si tienes creencias espirituales dile lo que según creas que haya después de este importante acontecimiento.

No le enseñes a tener miedo; en su lugar, dale las herramientas para que se haga fuerte, decidido y siempre esté listo para ser feliz sacando el mejor provecho a cada situación que se le ponga por delante en la vida.

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¿Cómo puedes hacerlo?

Sencillo: enséñalo a amar, a ser honesto, a que no tema la aventura de la vida. Haz que poco a poco se vaya haciendo independiente y elija por sí mismo; pero, ante todo, guíalo para que conozca los riesgos que cada situación trae consigo y lo que le puede ocurrir si no hace buenas elecciones.

Tampoco olvides ser tú quien le enseñe las cosas más importantes de la vida y no le evadas temas como la muerte o la vejez, entre otros tantos, como si fueran un tabú o un gran misterio. En cambio, sé lo más natural posible y no tengas miedo: a veces sufrir hace que las personas sean más fuertes.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.