Las relaciones íntimas no son tan importantes
¡Las relaciones maritales no son tan importantes, lo importante es el amor!
Yordy Giraldo
Hace poco escuché una frase cuya versión original es un poco fuerte para que se las comparta tal cual, así que la he modificado un poco, pero estoy segura que entenderán el mensaje. Decía que si el matrimonio tratara sobre las relaciones íntimas, no habría cortesana soltera.
Nos la pasamos buscando ideas para conquistar a nuestras parejas y alejar la rutina de nuestras alcobas, mientras que lo que deberíamos hacer es tratar de conquistarlos a través de nuestra vida en común. Al hacer esto, les aseguro que la rutina no llegará nunca a sus recámaras, ni a ningún otro rincón de su casa.
Los matrimonios basados en las relaciones íntimas no llegan muy lejos. No porque no sean importantes, sino porque lo que tienen para ofrecer como personas no es una prioridad en la relación. Así pues, cuando vivan en pareja y les toque lidiar con cosas más cotidianas, no sabrán cómo comportarse con la otra persona.
Por supuesto que si no hay intimidad en algún punto de la relación, la frustración y la insatisfacción traerán problemas que muy seguramente acaben con la relación; pero yo no hablo de ausencia, yo hablo de cimientos. Cualquier cosa que descanse sobre una sola base corre el riesgo de que, si un día ese apoyo se debilita, todo se venga abajo pues no hay nada más que sirva de soporte.
Si tu relación está teniendo problemas en el dormitorio, no creo que la solución debas buscarla bajo las sábanas. Quizá debas hacer un recuento de cómo es tu convivencia con tu pareja antes de irte a la cama, pues la lujuria muchas veces es una extensión de un proceso que se inicia entre otras cosas con el trato.
¿Cómo hacer que tu relación eche raíces?
1. Preocúpate por conocer a tu pareja
El amor se basa en la aceptación y la aceptación en el conocimiento; así que lo lógico es que para amarlo debes saber primero que nada cómo es. Independientemente del tiempo que lleven juntos, ¿puedes decir verdaderamente que conoces a tu pareja?, ¿cuándo fue la última vez que conversaron de verdad?
Para ello, te servirá mucho releer: Cómo salvar una relación en 45 minutos
2. Ten sentido del humor
Un día sin sonreír es un día perdido, opinaba Charles Chaplin, y no podría estar más de acuerdo. La risa es un excelente relajante, y definitivamente tiene la cualidad de que crea complicidad en las parejas.
3. Cuida que haya más calidad que cantidad
No sé ustedes, pero yo prefiero un platillo bien hecho, sabroso y presentable, que me deje con ganas de más, a una mesa bufé llena de cosas que de ninguna manera se me antojan.
4. Mantén la intimidad fuera de la recámara
No te cases con la idea de que el disfrute de una pareja está solo en los momentos de intimidad. Existen muchas maneras de sentirte unida a tu pareja. Por supuesto, no se trata de renunciar las relaciones maritales, sino vivirlas más allá de tu dormitorio con la complicidad, las muestras de afecto, la solidaridad y el entendimiento.
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Si alguien quisiera condensar en un texto todos los retos de un matrimonio, creo que no acabaría nunca, porque cada época, sociedad, circunstancia y persona implica nuevas situaciones. Pero eso no quiere decir que no podamos echar mano de experiencias propias o ajenas en un esfuerzo, siempre válido, por sacar adelante nuestro amor.
A veces los problemas más complicados tienen las soluciones más simples. Muchas parejas en este momento sufren porque su relación se ha enfriado y creen que eso acabará con su matrimonio. Sienten que deben pasar más tiempo a puertas cerradas para encender la pasión, pero la respuesta podría estar en abrir las puertas, tomarse de las manos y salir al mundo juntos para regresar cansados, pero felices a compartir la cama.
