Los estereotipos pueden ser más peligrosos para tus hijos
Para los que nunca lo hemos padecido resulta algo absurdo, pero para que lo padecen puede ser un verdadero caos y puede llegar a tus seres más queridos si no lo detienes.
Erika Gaytán
¡Liberen a Willy! Le gritaban a una adolescente sus mismos acompañantes, cuando quería salir de una alberca en un balneario público, haciendo alusión a la película hecha con la orca Keiko, en la que quieren liberarla del cautiverio para soltarla en el océano. Este tipo de ´bromas´ por la gente a su alrededor las soportaba en todas partes.
Un par de años después, por su necesidad de ya recibir estas burlas y verse esbelta, esta chica tomó la decisión de dejar de comer lo quisiera para luego sacarlo minutos después. Aunque al principio le resultaba demasiado asqueroso, al cabo de unas semanas empezó a ver los resultados que tanto añoraba.
Han pasado ya dos décadas y sigue haciendo lo mismo, su cuerpo ya se acostumbró pero su salud ya está muy deteriorada. Ella no lo dice pero su aspecto la delata, sus ojos ojerosos, su cara demacrada y su cuerpo casi esquelético. A pesar de esto no quiere acudir con una especialista, su temor a estar gorda es más fuerte que su propia salud y mucho tienen que ver las críticas que se dicen en la calle.
Una mujer que comparte su sentir al respecto dice: “he detestado la vergüenza corporal durante mucho tiempo, y no solo por mi propia historia personal. He visto cuánto le quita el movimiento a la gente; he visto cuánto reduce a las personas, disminuyéndolas hasta que son sombras de sus antiguos yoes”.
La crítica social tiene un origen y este lo puedes encontrar a través de los medios de comunicación y las redes sociales, ahí es donde se les dice a los adolescentes especialmente cómo deben verse para que pertenezcan a un circulo de gente cool.
¿Qué hacer para prevenir?
1. Combatir la mala información
Hazle ver que las súper modelos talla cero no siempre son las personas más saludables que puede haber en la tierra; así como de los diversos anuncios que pasan en los medios de comunicación con el único propósito de vender, así salga su estrella favorita; y explícale que no hay cuerpos perfectos, solo sanos o enfermos.
2. Fomentar la autoestima
La autoestima es algo fundamental que no se puede dejar a un lado si se quiere que sus hijos siempre se sientan seguros de ellos mismos y se acepten tal como son, con sus propias limitaciones “es importante ayudar a los jóvenes a no condicionar el cuerpo a una cuestión de apariencia” asegura Brigitte Aquin psicóloga argentina, especialista en trastornos alimenticios.
3. Hacer ajustes alimenticios
La clave en muchos casos está en los hábitos alimenticios, se recomienda hacer tres comidas al día, con dos colaciones, una entre el desayuno y la comida y la otra entre la comida y la cena, en la que se puede comer de todo pero sin exagerar en porciones pequeñas y de preferencia tomar un vaso con agua antes de cada alimento.
SI tus hijos todavía están pequeños estás a buen tiempo de hacer algunos cambios, si no tienes alguna idea de cómo equilibrar la comida asesórate de un nutriólogo y crea un vínculo de comunicación constante con tus pequeños. También no olvides de enseñarles a respetar a los demás y aceptarlos como son.