Los niños también se estresan, descubre los síntomas que te dicen a gritos que tu hijo está estresado

Entre los adultos el estrés es algo común pero los niños también pueden ser presa de este mal. Conoce ejercicios para eliminarlo

Erika Gaytán

Existen niños que tienen una personalidad con un nivel de perfeccionismo y autocrítica más elevada que otros. Si a esto le añades una fuerte presión por parte de los padres y profesores, su nivel de estrés va a ser más alto que de cualquier otro pequeño.

Cuando el infante es sometido a mucha presión sin ser controlada, puede generar altos niveles de estrés y ansiedad que aunque resulta difícil de aceptar puede traer consecuencias mortales como lo reporta el Instituto de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en México, que reporta un incremento de suicidios entre niños y adolescentes del 15 % al 20 % en solo cinco años.

Cualquier persona puede padecer estrés, sin embargo en los niños puede resultar más grave si no sabe cómo controlarlo, ya que lo afecta en su equilibrio emocional, cuando las exigencias de la vida superan los recursos con lo que se cuenta para resolverlas.

La escuela y el hogar son los lugares en los que el niño experimenta emociones que pueden elevar su estrés, como el miedo, la vergüenza, fracasos, éxitos, etc. Por ello es fundamental estar atentos a cualquier cambio, platicar con él y aplicarle ejercicios antiestrés que lo ayuden a relajarse.

Un gran número de escuela someten a los niños a una aguda presión lo que altera de manera preocupante a aquellos que son más susceptibles a niveles de estrés y ansiedad, de acuerdo al Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro, de la Secretaría de Salud (SS).

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Ejercicios de relajación

Para que tu hijo pueda estar más tranquilo, te recomiendo que hagas con él estos ejercios-juegos, te aseguro que verás los resultados en todos los ámbitos en los que se desenvuelva y harás que se divierta un rato.

1. Tiempo de extenderse

Esto es muy sencillo solo pídeles a tu hijo que se pare frente a ti, pídele que estire sus brazos lo más que pueda como si quisiera alcanzar el techo o el cielo (se vale ponerse de puntitas), así tenlo por varios segundos, luego dile que tome su muñeca derecha con su brazo izquierdo y lo jale como si quisiera arrancárselo y luego con el otro brazo repitan lo mismo. El solo estiramiento de los músculos ayudará a relajar la tensión.

2. Echa a volar la imaginación

Para realizar este ejercicio debes buscar un lugar en el que puedan acostarse (de preferencia que no esté frío), puede ser en el pasto, en la alfombra o un tapete que proteja el área de la espalda. Ya recostados dile que se estire completamente, poniendo las palmas de sus manos para abajo y empiézale a describir un lugar que tú sepas le gusta, como un bosque, el mar y haz que sea capaz de percibir olores, colores y texturas con tus palabras, esto también lo ayudará a relajarse.

3. Aguantarse la risa

Este juego va a hacer que tu hijo se olvide de todo por un rato y se tenga que concentrar en una sola cosa “en no reírse”. Si se puede que lo haga con sus hermanos, pero si no tú puedes ser una excelente retadora. Solo pónganse de frente, mírense a los ojos y procuren no reírse de la cara del contrincante, porque el primero que lo haga…pierde.

Como te pudiste percatar son muchas las formas divertidas (incluso para ti) con las que puedes ayudar a tu hijo a que no se estrese. Cosas tan sencillas como estas puedes llevar a cabo con tu hijo, obteniendo resultados inimaginables. Así que no lo pienses más y empieza a practicarlos, te aseguro que ¡no te arrepentirás!

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.