Manual para cuando el esposo se queda solo en casa
En ocasiones tienes que ausentarte de casa, dejando a los hijos a merced de tu esposo. Aquí un breve manual para que sobrevivan en tu ausencia.
Adriana Acosta Bujan
Hace unos días, debido a la enfermedad de mi padre, me ausenté por quince días de mi hogar. Mi esposo no pudo acompañarme por motivos de trabajo, así que lo deje solo pero nunca imaginé que le resultaría tan difícil encargarse de las responsabilidades del hogar. ¡Cómo, si es algo que yo hago todos los días!
Cuando regresé a casa me encontré con la sorpresa de que mi cocina estaba patas arriba: la estufa llena de grasa, los platos sucios (eso sí, metidos en el lavatrastos), había ropa sucia tirada por toda la casa y, por si fuera poco, todo estaba lleno de polvo. Además, en la despensa había muchas sopas instantáneas y comida enlatada.
Sucede que a veces, por motivos laborales o personales, tenemos la necesidad de dejar por un tiempo el hogar y la familia; en la creencia de que todo va a marchar sobre ruedas y por la confianza que depositamos en nuestro esposo sobre el cuidado y la alimentación de los hijos, no prevenimos algunas situaciones, como me pasó precisamente a mí. Por tal razón, me di a la tarea de elaborar un breve manual para sobrellevar estos inconvenientes y que te sientas tranquila al regresar a casa. Así que te lo comparto a continuación:
1. Deja una lista de responsabilidades
Haz una lista de los quehaceres y tareas que deberán de hacer tu marido e hijos en tu ausencia como: sacar la basura para que se la lleve el carretón, alimentar a las mascotas, barrer, sacudir, trapear, tender las camas, lavar los trastes y guardarlos, poner la mesa, etcétera. Ellos están acostumbrados a que las hagas tú, pero ahora delega por escrito estas funciones en cada miembro de tu familia.
2. Compra comida nutritiva
Si no se trata de un imprevisto, planea con tiempo tu salida: prepara comida y guárdala en contenedores dentro del congelador, pégales etiquetas en las cuales se indique el día en que lo deben consumir; compra fruta que no se eche a perder fácilmente como manzanas, naranjas, duraznos, ciruelas, y verduras con la intención de que preparen ensaladas mientras no estás. Tendrás la seguridad de que tu familia se alimentará sanamente durante esos días.
Si no te da tiempo de preparar nada, opta por comprar comida que se pueda preparar con facilidad como carne de res o puerco, salchichas, cereales, jamón, tortillas y queso.
Hay en este texto más opciones para ti y los tuyos: Cocina para la nutrición de tu familia
3. Agenda lo importante para que no lo olviden
Como a la mayoría de los hombres se les olvidan las cosas importantes, te aconsejo que programes en el teléfono celular de tu esposo alarmas para recordarle lo que tiene que hacer como: asistir a la junta en la escuela de tus hijos, pagar los servicios, comprar la comida de las mascotas o llevar a los hijos a sus actividades extraescolares, con indicaciones sobre cómo llegar al lugar, con quién ha de dirigirse, etcétera.
Aunque le recuerdes al momento de hablar con él por teléfono, créeme que es mejor asegurarse por otros métodos para que no deje de hacer lo importante, lo que merece prioridad.
4. Lista de números telefónicos
Escribe una lista de los teléfonos que puedan llegar a necesitar tu esposo o tus hijos, y pégala en la puerta del refrigerador, a la vista de todos. Incluye en ella dónde vas a estar, así como las ubicaciones de hospitales cercanos, de doctores, de la policía, de los bomberos, de los vecinos y de los familiares.
Relee: 3 pasos básicos para crear tu plan familiar ante una emergencia.
5. Déjale cerca el botiquín de primeros auxilios
Es mejor prevenir que lamentar, así que deja a la vista un botiquín de primeros auxilios que incluya: gasas, alcohol, curitas, pomadas, medicina, termómetro, algodón, pastillas para calmar el dolor de cabeza, estómago, huesos, etcétera.
Si tu marido o hijos toman algún medicamento escribe las indicaciones de los horarios y los días que deberán tomarlas.
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Es inevitable hacer este tipo de salidas, imprevistas o programadas, pero recuerda que será de mucha ayuda si les dices a tus familiares y vecinos que te ausentarás por unos días para que puedan estar al pendiente de tu esposo e hijos en caso de que lleguen a necesitar que les echen una mano. Sigue con tus planes y cuando regreses, verás que tu familia ha logrado sobrevivir gracias a tus indicaciones y la confianza que les tienes.