¡Mis hijos no se sorportan! ¿Qué hago?

No es mucho lo que se habla sobre la relación entre los hermanos y el papel de los padres para que esa relación sea fructífera y armoniosa. Por ello te expongo algunos consejos que pueden ayudarte.

Erika Gaytán

Cuando se habla de la familia, se piensa en padres e hijos, en la relación de pareja y en la crianza de los herederos, pero ¿y los hermanos? ¿Qué se hace con los hijos para que entre ellos de verdad exista una hermandad, se quieran, se respeten y se apoyen?

En ocasiones se da por hecho que por haber recibido una misma educación, vivido bajo el mismo techo, asistido a las mismas escuelas, etc., los pequeños deben crecer y pensar de la misma forma; lo que por ende podría dar una excelente relación entre ellos. Sin embargo, a menudo este no es el caso. Cuando son niños hay una relación estrecha porque buscan a sus iguales para poder jugar, pero esto puede cambiar al paso del tiempo. Al grado que cuando son jóvenes suelen tener más confianza a sus amigos, que con su propia familia.

Por desgracia, en la mayoría de las ocasiones los padres tienen que ver con esta situación al no tener cuidado en el trato que le dan a cada uno. Razones hay muchas: es el más pequeño, es el más grande, es débil, es fuerte, es mujer, es hombre, en fin, pretextos no faltan para justificar la diferencia de trato hacia nuestros hijos. Aunque siempre se afirme que “a todos se les trata igual”, se sabe que en la mayoría de los casos, no es verdad. Y aunque no sea tan evidente (según los adultos), los niños son muy perceptivos. Ellos ven y sienten hasta las cosas más insignificantes.

Por ello, si tienes más de un hijo, te invito poner especial cuidado a los siguientes puntos:

1. Aplicación

Ten la misma atención con todos por igual y cuando por alguna razón uno de ellos baje las calificaciones, tenga problemas de conducta, etc., habla con tus otros hijos para que sepan el por qué su hermano/a requiere un poco más dedicación de tu parte.

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2. El nuevo

Es común que los niños se sientan relegados cuando llega un miembro más a casa y esto puede ocasionar un resentimiento permanente en el hermano mayor. Para evitar eso, es necesario conversar con él sobre la necesidad de atención que un ser que no puede valerse por sí mismo requiere. Por otra parte, trata de involucrarlo en el cuidado del bebé. Con esto se podrá dar cuenta de lo mucho que necesita a sus papás y de paso, puede crear en ambos una conexión especial. No olvides darle también un tiempo exclusivo a él y decirle lo importante que es para ustedes.

3. Deberes, derechos y correctivos

Como en cualquier lugar, las reglas son fundamentales en el hogar, para ello, es primordial que todos los miembros de la familia tengan claro sus derechos, deberes y sanciones. Y tú como padre de familia debes respetar y aplicar las reglas de manera equitativa. Cuando se hacen excepciones en los correctivos, se puede caer en distinciones.

4. Convivencia

Busca actividades en las que tus hijos tengan la oportunidad de conocerse, compartir espacio y trabajar en equipo.

5. Respeto

Habla con todos tus hijos y explícales la importancia de respetar las ideas de cada uno y sus carencias.

No olvides resaltar las habilidades de cada uno. Los niños suelen acrecentar las habilidades reconocidas por sus padres. Observa cómo conviven tus hijos, y en cuanto detectes una situación difícil, no esperes y pon remedio por medio de la comunicación. No olvide que de ti depende que tus hijos se vean realmente como hermanos.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.