Ni sabes en qué te estás metiendo: lo que puede provocarte el exceso de ejercicio
Conoce las terribles consecuencias que puede llevarte el hacer ejercicio en exceso. No tienes idea en todo lo que te puede afectar.
Erika Gaytán
Bien dicen que “todo exceso es malo”. En ninguna etapa de la vida se está exento de tal cosa, pero el caso que presento a continuación es de una joven. Se trata de un pariente cercano, que tiene 20 años de edad y que hace ejercicio cada vez que puede, pero en ocasiones la euforia se le trepa a la cabeza y se excede. Estudia los últimos meses de su carrera, y por esto mismo, la institución educativa a la que acude le exige que, al mismo tiempo, realice su servicio social (requisito para obtener el grado que cursa). Por esta razón, su tiempo para hacer ejercicio entre semana se ha visto drásticamente reducido, por lo que sólo puede hacerlo los sábados. Apenas hace dos semanas se juntó con otras personas para salir a correr, algo que no acostumbraba porque sólo hacía spinning, así que se aventuró y en lugar de hacer una hora cada ocho días, aumentó dos horas más. Al siguiente día de su primer entrenamiento su cuerpo ya le estaba cobrando la factura por haber abusado de su resistencia, y dos días después el médico la tuvo que tratar.
En estas páginas de Familias.com siempre he hablado de la parte positiva del ejercicio, pero es necesario también comentar su “otro lado”, su parte negativa, la cual nada más se puede hallar de dos formas: al hacer mal los ejercicios o abusando de éstos.
7 señales que te pueden indicar que haces ejercicio en demasía
1. Sueño
Si no eres de las personas que acostumbra a tomar una siesta durante el día, y por la noche te resulta difícil conciliar el sueño por horas, debes de poner atención y acudir a un médico para que te evalúe e indique los pasos a seguir.
2. Sensibilidad
Otra señal puede ser que si en todo el año te enfermabas de forma esporádica y ahora lo haces con más frecuencia, o acusas dolores de cabeza (lo que nunca), te sientes deprimida o presentas rigidez muscular.
3. Menstruación
Puedes presentar variaciones en tu menstruación: oligomenorreas (cuando la menstruación se presenta con menor fuerza), disminución de sangrado en tu ciclo o la amenorrea (ausencia total de sangrado que puede durar meses).
4. Cansancio
La actividad siempre llama a más actividad, y cuando tu cuerpo está acostumbrado a esto aunque te encuentres muy cansada, sales a ejercitarte; sin embargo, cuando esto deja de pasar y las ganas de entrenar van disminuyendo poco a poco, como si tu cuerpo te pesara cada vez más, ¡cuidado!
5. Apetito
Por lo regular, en cuanto más activo estés y hagas ejercicio tu cuerpo te pide más alimento, pero cuando está demasiado cansado, esto se puede invertir al grado de que quieras comer muy poco.
6. Respiración
Cuando realizas demasiado ejercicio haces que tu corazón palpite demasiado rápido, lo que provoca una alteración en la circulación de la sangre, misma que se vuelve propensa a sufrir un ataque cerebral.
7. Peso
Cuando una persona se ejercita tiende a bajar de peso, pero cuando éste no se detiene y cada vez bajas más sin que tú misma lo estés provocando con alimento especial o medicamentos para ello, ya tienes un problema.
Eduard Guash y Lluís Mont, investigadores alemanes, hicieron un estudio cuyos resultados evidenciaron que las personas sedentarias tenían el doble de probabilidades de sufrir un ataque cardiaco, pero las que hacían ejercicio diario y en exceso presentaban más del doble de posibilidades. Si acostumbras hacer ejercicio con frecuencia, te felicito, sólo te pido que no caigas en excesos. Aunque suene paradójico, ¡tu salud es primero!