Nuevas experiencias que tiene que vivir un niño
Tu hijo tiene que experimentar estos momentos, alejado de aparatos tecnológicos, así le ayudas a tener una infancia realmente inolvidable.
Arturo Leonardo
En una entrega anterior, ya te había platicado sobre algunas de las experiencias que los niños tendrían que vivir mientras crecen. Si no las recuerdas o no tuviste oportunidad de leer el artículo, aquí lo comparto: 6 experiencias básicas que tiene que vivir tu hijo
Dado que este tema es bastante amplio y son tantas las cosas que los niños tendrían que vivir al menos una vez en la vida, decidí compartir contigo una segunda parte de aquel texto. Cabe señalar que muchas de estas experiencias ya fueron probadas por tu servidor, por lo que puedo decirte que hay diversión y aprendizaje garantizado.
Más y nuevas experiencias para los niños
1. Construir un refugio
No es necesario tener un enorme patio para montar una casa de campaña; basta con cobijas y sábanas para crear toda una experiencia de camping. La ventaja aquí es que nosotros con nuestros pequeños podemos fungir como diseñadores de interiores y nuestros hijos no tendrán que ver una y otra vez ese espantoso cuadro de frutas que tanto le gusta a mamá.
2. Hacer un pastel de lodo
A mamá no le gusta esto, pero a la lavadora si (porque tendrá trabajo). Ni hablar, el tocar la tierra mojada es una sensación por demás entretenida que además despierta el espíritu artístico de los niños. Eso sí, hay que tener cuidado de que ese platillo especial de lodo no llegue verdaderamente a la boca, porque la diversión se perderá entre el baño y el médico.
3. Ver un amanecer
A veces, o casi siempre, la vida se vuelve muy rutinaria. Está bien, es necesario que los niños tengan buenos hábitos de descanso y que duerman temprano, pero un día en fin de semana trata de sorprenderlos y llévalos a que admiren el amanecer.
4. Disfrutar de una puesta de sol
Esta experiencia va de la mano con el punto anterior, aunque si quieres darle un plus a este evento, procura que sea en el mar. Ese es un evento bellísimo que debe ser contemplado sin prisas.
5. Recolectar conchitas de mar
Caminar descalzo por la playa y hacerla de recolector de conchas, ayudará a tu niño a relacionarse con la naturaleza y sacar a ese buscador de tesoros que todos llevamos dentro. Una buena colección de conchas puede ayudar para afinar el sentido de búsqueda e investigación y quién sabe, en una de esas encuentran una perla y entonces así ya me invitan a desayunar con el botín.
Ser niño es una experiencia única e inolvidable, así que trata de acercarlo lo más posible a situaciones comunes, pero poco apreciadas en el día a día. Invítalo a reflexionar al respecto para que en un futuro, recurra a esos momentos de tranquilidad y diversión, y se aleje de malas prácticas cercanas a la violencia.
Observa a tus hijos, ¿sabes si ya pusieron en práctica éstas actividades? o quizá ellos tengan algunas mejores, cuéntame cuáles son para echarlas a andar.