¡Pongamos de moda la Navidad!
Quiero invitarte a algo más simple y complejo que te vistas de Santa Claus o cantes villancicos: quiero hacer tendencia, y que tú la hagas conmigo: ¡que juntos pongamos de moda el espíritu navideño! ¡Pongamos de mod
Yordanka Pérez Giraldo
Honraré la Navidad en mi corazón y
procuraré conservarla durante todo el año.
Charles Dickens, Un cuento de Navidad
No vengo a proponerte que te vistas de rojo, blanco y lleves una barba larga y postiza como Santa Claus, tampoco que cantes villancicos solo por estar acorde con la temporada, si esos no son tus deseos. No vengo a pedirte que cambies la decoración de tu casa, ni que cortes un inocente pino para desecharlo un mes después. No, nada de eso pretendo.
Quiero invitarte, por el contrario, a algo más simple y complejo a la vez: quiero hacer tendencia, y que tú la hagas conmigo: ¡que juntos pongamos de moda el espíritu navideño!
¿De qué trata ese espíritu?
Porque la Navidad está llena de significados, de símbolos y apegos. Porque si tuviéramos que describir la Navidad con una palabra, esa sería “amor“.
No hay ninguna otra época en la que nos sintamos más empáticos con nuestros semejantes que en este último mes del año, que siempre nos impele a sacar lo mejor de nosotros.
Pongámosla de moda porque es cuando el frío inicia, nuestro corazón se vuelve cálido en las ganas de un porvenir que, por estas fechas, sentimos que siempre nos sonríe.
Pongamos de moda la Navidad porque es unión familiar. Raras veces nos procuramos y ponemos tanto empeño en pasar momentos felices y de convivencia fraterna que creen recuerdos especiales en cada uno de nosotros.
Porque la vida es disfrutar
Si algo caracteriza a estas fechas es el ánimo festivo que se puede ver y respirar en todas partes, en las parpadeantes luces, flores y arreglos y en el delicioso aroma de los alimentos tan típicos.
Pongamos de moda la Navidad porque necesitamos de la armonía de estos tiempos, de esa voluntad que se nos hace presente para olvidar agravios y malos entendidos, y solo entonces avocarnos a pasarla bien y en paz.
Por el altruismo que se nos contagia y contagiamos cuando la temperatura baja y sentimos el frío ajeno como propio, el dolor ajeno tan nuestro.
Por las ganas de estar juntos. Y es que cuando llega la pascua nuestro corazón anhela otro que le palpite cerca, y si de algo estamos urgidos es de acercar nuestros corazones.
Pongamos de moda la Navidad con sus mensajes y tradiciones, pero sobre todo con esos valores que promueven la parte más sensible de nuestra humanidad.
Demos vigencia a ese espíritu navideño en el que perdemos el miedo al ridículo y lo inaceptable es mantenernos inmunes a la cursilería, a la ilusión, al optimismo, a la fe y al deseo de ser mejores; de merecer nuevas emociones, de aprovechar las oportunidades, que nunca como en estas fechas hacen nido en nuestro ánimo y nos impulsan para los doce meses venideros.
Pongamos de moda la Navidad y agradezcamos por ella, dando gracias por lo que tenemos hoy, evocando con cariño y gratitud nuestro ayer, pero sobre todo asirnos con esperanza al futuro. ¡Amén!
