¿Por qué las mujeres cometen ese tonto error en una relación nueva? Y lo hacen una y otra vez
Si terminaste una relación y estás pensando empezar una nueva, necesitas leer esto.
Arturo Leonardo
En el mundo de las relaciones de pareja, ¡hay de todo! Pero se supone que cada vez que se termina un noviazgo y se comienza con otro, es porque sanaste de la anterior relación, creciste y te volviste una mejor persona para comenzar nuevamente desde cero. Pero hay algunas mujeres (ojo, también hay hombres así, pero en este caso nos enfocaremos a las mujeres) que pareciera no han trabajado en ellas y siguen cometiendo el mismo error.
En esta ocasión nos referimos a las mujeres que tienen comportamientos pasivo-agresivos con sus parejas y, aunque sea una nueva persona la que llegó a su vida, ellas siguen siendo exactamente iguales. De ahí que a continuación vayamos a analizar un poco más acerca de esta conducta, que lo único que produce es dejar muy dañada a una persona que intenta quererla. Vamos a revisarlo y después te invitamos a que saques tus conclusiones.
¿Cómo son las mujeres pasivo-agresivas?
Son mujeres que a través de conductas “inofensivas” (pasivas) muestran sus verdaderos sentimientos de odio, culpa o enojo (agresivas) hacia otra persona que las quiere. Suelen ser muy contradictorias, dicen una cosa y hacen otra completamente diferente.
Este tipo de comportamientos suelen presentarse por problemas que se tuvieron en la infancia relacionados con la autoridad: ya sea que vivieron una relación de autoridad represiva con alguien a quien ellas amaban (generalmente es el padre), o también tuvieron problemas de rivalidad con sus hermanos (algunas llegan a odiarlos). Otra de las causas es que no sentían confianza hacia las personas a las que amaban (nunca sabían si estaban haciendo las cosas bien o mal para con sus padres).
¿Cómo se manifiestan las conductas pasivo-agresivas?
En el caso de las mujeres, hay señales muy claras de este problema y las manifiestan de la siguiente manera:
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Siempre se muestran como frágiles y, entonces, buscan a una persona que las “cuide” o “proteja” ante los demás, puesto que ellas no son capaces de hacerlo por sí mismas. Aunque en el fondo saben que sí pueden lograrlo y solo “usan” a los hombres.
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Suelen mostrar que las cosas van muy bien entre los dos pero un buen día, de la nada, desaparecen. Esto es clásico, porque le temen al compromiso y que les coarten su libertad.
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Pero, aunque hayan desaparecido, el día menos esperado, vuelven a aparecer, porque también temen a la soledad.
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No se dejan “controlar” por nadie, no quierem que nadie le diga cómo es que deben de vivir su vida. Utilizan frases como: “así son las cosas y te aguantas”.
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En su lista de prioridades a ti te ponen en último lugar, puesto que, según ellas, tú no representas ningún puesto de importancia en su vida.
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Les gusta que les hagan favores, los cuales, poco a poco van subiendo de intensidad a tal grado que se vuelven completamente dependientes de ti. Eso sí, cuando tú les pides uno, no lo hacen o lo realizan muy mal.
¿En qué puede terminar esto?
¡En una catástrofe para ti! Para este tipo de mujeres la única solución es trabajar sus problemas de fondo con un profesional. Si has visto este tipo de señales en una chica que estás conociendo, será mejor que te alejes de ella de forma tajante, puesto que se vuelve un círculo vicioso que cuesta mucho trabajo romper. Hazlo por ti y cuando veas la situación a distancia, te darás cuenta que fue lo mejor que pudiste hacer.