Que el TDAH de tu hijo no destruya tu matrimonio
Tener TDAH no es un verdadero problema si el entorno familiar y escolar pueden contener al niño y permitirle desplegar su potencial, sin hacerlo sentir el “malo de la película”.
Marta Martínez Aguirre
“Se separaron por mi culpa”, dijo Emanuel apenas lo invité a sentarse. De a poco, y con sus nueve años recién cumplidos, hizo una lista de “sus problemas para quedarse quieto”, y cómo sus padres comenzaron a pelearse cotidianamente cuando él tenía uso de razón. ¿Imaginas a tu hijo diciendo algo así?
Tener Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) no es un verdadero problema si el entorno familiar y escolar pueden contener al niño y permitirle desplegar su potencial, sin hacerlo sentir el “malo de la película”.
El niño con TDAH y su familia
Siempre que empiezan las clases, junto a la lista de útiles escolares comienzan las preocupaciones de padres, maestros y niños. Una de las preguntas que más se hace Emanuel es si “al menos la maestra” va a entender lo que le sucede. Su padre no pudo y decidió tramitar el divorcio.
Toda familia que tenga un niño con TDAH sabe bien que la pareja también se ve atravesada por el déficit. Según Terry Dickson, jefe de la Clínica de Medicina de la Conducta de Michigan y entrenador TDAH, “tener un hijo con TDAH añade una tensión adicional a toda la dinámica familiar”. La mayoría de las parejas comienzan a desunirse al no comprender qué le sucede a ese niño que trepa, corre, salta y grita todo el día sin parar, y nada lo detiene. Poco a poco, el matrimonio se deteriora si ambos no comprenden qué le sucede a ese hijo y, entonces, comienza un tira y afloje que muchas veces daña al grupo familiar entero.
Desde muy pequeños, los niños aprenden a actuar y comportarse imitando a sus padres. Copian sus gestos, sus modales, la forma de ser y estar en el mundo. Pero si hay algo que más imitan, es el modo en que sus padres resuelven los conflictos. Recuerdo un niño que dibujó a su madre con un gran palo de amasar, gritando mientras su padre estaba en el dibujo agachado tras un periódico. Cuando le pregunté sobre el dibujo, me dijo: “Es mi madre resolviendo las cosas por papá”.
Los niños con TDAH, aprenden aceleradamente lo que hacen los adultos y, en especial, al no poder sentarse a reflexionar, actúan tal como ven a los demás hacer las cosas, dejando que sus impulsos guíen el camino.
Que el TDAH de tu hijo no acabe con tu matrimonio
No todas las parejas con un hijo con TDAH terminan separándose al no poder afrontar unidos el diagnóstico y seguimiento de su hijo, pero las estadísticas muestran que si la pareja no lucha unida, hay una gran probabilidad de que terminen por hacerlo. Aquí algunos consejos para que el TDAH que padece tu hijo no acabe con tu matrimonio:
1. Reglas de mutuo acuerdo
Cuando ambos padres están de acuerdo en las reglas que el niño deberá seguir, se logra un clima de armonía que disminuye el riesgo de peleas y discrepancias. Creo que tú deseas criar un hijo feliz, independiente y responsable, y esto solo se logrará si ambos padres están de acuerdo en su crianza.
2. Recuerda a tu cónyuge
La mayoría de las parejas tienen tendencia a centrar su atención en el niño y sus dificultades, dejando de lado al cónyuge. Por eso, es esencial dedicarle tiempo al otro, estar atentos a sus necesidades y comunicarse.
3. Sentarse juntos a planificar la semana
Esto permitirá que el niño incorpore a su vida la necesidad de organizarse y planificar las actividades; así mismo, generará tiempo libre para pasar juntos como familia y como pareja.
4. Sean un equipo
Cuando se comparte la carga, todo es más sencillo y nadie siente que está quedando solo con toda la responsabilidad. De este modo, los conflictos tienden a disminuir y se evitan roces y animosidades.
5. Infórmense y fórmense
Es de real importancia estar informados, no solo por lo que el equipo médico puede aportar. Asistir a charlas, eventos y todo tipo de taller donde se aprenda más del TDAH, ayuda a comprender al niño y descubrir cómo otras parejas han resuelto los problemas.
Recién cuando se comprende que el amor mutuo, el estar de acuerdo y el buen manejo del TDAH como pareja es la mejor herramienta para ayudar a un hijo, se puede afirmar que esa familia está a salvo.