¿Qué tipo de vida anhelas?
Por experiencia profesional y propia he descubierto que una buena vida se fundamenta en tres grandes presencias: familia, fe y generosidad.
Marta Martínez Aguirre
Amores para toda la vida, esperanza de vida, seguros de vida, años de vida. Vivimos deseando una vida mejor, llena de aquello que no tenemos, con gente maravillosa, libre de obstáculos y sobre todo con velas encendidas, libre de toda oscuridad. ¿Pero realmente nos detenemos a pensar qué tipo de vida estamos viviendo y qué podemos hacer para vivirla mejor? ¿Una cena a la luz de las velas para dos, un viaje anhelado a un lugar exótico, las llaves de un auto nuevo? Claro, todo eso eleva nuestro estado de ánimo por un rato, pero para lograr efectos de larga duración la nueva evidencia señala un camino diferente.
¿Qué es tener una buena vida?
Pasarla sin contratiempos, tener regalos, dinero, amor, beber toda la noche, sexo desenfrenado, caramelos, helados, viajar de aquí para allá, son algunas de las frases que escribieron mis pacientes —personas de todas las edades— cuando les pregunté alguna vez qué era para ellos tener una buena vida. Aunque te parezca mentira, los niños fueron los más sabios: estar con mis amigos y tener a mis padres. Por experiencia profesional y propia, he descubierto que una buena vida se fundamenta en tres grandes presencias, de las cuales te hablaré a continuación.
1. Tener una familia
Como parte de mi experiencia profesional he trabajado con pacientes terminales y te puedo asegurar que ninguno de ellos me ha dicho que parte con dolor de este mundo por no haber trabajado más, no haber tenido suficiente dinero o no haber tenido una multitud de diplomas. Todo lo contrario, todos sin excepción me han dicho cosas tales como: “Lamento no haber abrazado más”, o “Me duele partir dejando atrás tantos momentos en familia que no estuve presente”. Nacer dentro de una familia y con el tiempo formar la propia, son de las cosas más valoradas a la hora de partir de esta vida.
Los recuerdos de la infancia juntos a tus padres, las horas haciendo los deberes con tus hermanos, las caminatas con tu esposa o esa cometa remontada con tus nietos, son el tesoro más preciado que hace que tu vida tenga sentido y sea maravillosa. El resto es pasajero y efímero.
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2. Tener fe
Aunque no lo creas, en estos tiempos postmodernos y en pleno auge de la tecnología en el campo de las comunicaciones, las personas que mejor hacen un cierre de su vida son aquellas que han vivido abrazados a una creencia y han hecho de ella una razón para vivir. Una vida feliz está enlazada a una persona que vive con fe y se mantiene activa dentro de sus creencias religiosas.
Cada día aumentan más las investigaciones sobre espiritualidad y felicidad, mostrando que las personas espirituales son más felices que las personas que no confían en nadie, ni en nada. La fe es un ancla en tiempo de crisis y te proporciona una conexión espiritual con otros dentro de una comunidad, aún más allá de las fronteras, las razas y la economía.
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3. La generosidad y la gratitud
La generosidad proporciona sentido y propósito a tu vida y está muy vinculada con la felicidad. La mejor manera de desarrollar una vida feliz a través de la generosidad, es encontrar placer en lo que uno hace y en las formas en las que puede ayudar a otros. Dar es un acto que te llena de felicidad, lo puedes hacer a través de tu trabajo, tus dones, tus capacidades o simplemente escuchando.
En un mundo tan individualista, la generosidad es una herramienta que forja una calidad de vida invaluable. La generosidad no pide a cambio nada, es ese acto de entrega que no se detiene a mirar el reloj, el monedero o la cantidad. Quien es generoso se da, cambia de planes, pone al otro antes que a sí mismo sin reprocharlo o hacer alarde de ello. La generosidad requiere desprenderse de uno muchas veces y no gusta de las selfies ni de la publicidad, por eso sabe bien que la felicidad es su recompensa.
Te invito a ver de nuevo: ¿Quieres ser más feliz? Este video te dará una buena pista.
No sé qué tipo de vida anhelas, pero ten en cuenta que estos elementos te conducen a una vida llena de sentido y felicidad. Tuya es la responsabilidad de dar una respuesta.
Marta Martínez Aguirre
Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto:
